La salina romana de Mirambell se extendía bajo O Vao

Restos de la salina dentro de la villa Mirambell. El resto iría por debajo de la actual playa del Vao, durante cientos de metros.
photo_camera Restos de la salina dentro de la villa Mirambell. El resto iría por debajo de la actual playa del Vao, durante cientos de metros.

La salina que servía de base económica para la villa romana de Mirambell se extendía por toda la playa vecina

Entre los siglos III y V lo que hoy es O Vao era una enorme salina que se extendía a lo largo de al menos un centenar de metros y no era la mayor de cuantas funcionaban en aquel Vigo cuyo nombre no está todavía aclarado, quizá Vicus, quizá Vico o incluso Burbida. Esta explotación formaba parte del entramado pre-industrial en torno a la sal que tenía su centro entre lo que hoy es Areal y Guixar, como resulta visible en los restos hallados en Rosalía de Castro y expuestos en la muestra permanente Salinae, hoy unos tres metros por debajo de la calzada: el paso de los siglos y la acumulación de tierra por el movimiento de los ríos y el desplome de las estructuras ha provocado este curioso fenómeno que se repite en O Vao. Los arqueólogos realizaron catas en la playa y han constatado que debajo de arena, varios metros, hay restos de construcciones romanas que estuvieron destinadas a extraer sal del mar. No era una explotación pública sino privada, porque el Imperio se encontraba en decadencia tras la anarquía militar del siglo III y aunque luego se recuperó fue apenas un espejismo. Los propietarios podrían ser los mismos que mantenían la villa localizada en la finca que fue la familia Mirambell, frente a Toralla. Es lo más probable, según explican arqueólogos que participaron en el hallazgo y consolidación de la mansión romana, ahora museo al aire libre que se puede visitar dos veces a la semana, miércoles y los domingos. En julio y agosto los horarios son más amplios. 

La villa, reseñada en el Arqueológico Nacional por su importancia, no cuenta con las características propias de las grandes mansiones romanas, como La Olmeda, en Palencia, que se articular en torno a un patio interior descubierto. “Es una villa atlántica, con otras características, no mediterránea, pero sí hay otras comodidades propias de Roma, como los baños y el sistema de calentamiento del suelo”, explican los responsables de mostrar al público el museo romano vigués.  Además del edificio principal, dividido en varias estancias, también hay otras dependencias auxiliares porque la explotación incluía el trabajo en el campo. Y en un lado los muros de otra posible villa auxiliar, levantada más tarde, y los restos en un lado de la salina, que sería la principal riqueza para la familia en los dos siglos que funcionó la casa. Es la misma que se extiende por debajo del Vao. 

La villa Mirambell, así denominada por sus antiguos propietarios, estuvo explotada por  una familia galaico-romana, población original que hacía siglos que había asimilado la civilización y ciudadanía de Roma. Allí estuvieron hasta que el Imperio se vino abajo definitivamente en el siglo V y se dio inicio a otra etapa, el Medievo, que en gran parte del mundo conocido trajo el declive absoluto de las grandes poblaciones, en especial las costeras, que dejaron de ser seguras.n

Te puede interesar