La Universidad de Vigo presentó ayer el nuevo plan estratégico de la entidad, que la dotará de una hoja de ruta hasta el año 2026. Aprobado en un contexto difícil como es el de la pandemia, la UVigo mira hacia el futuro poniendo el foco en cinco ejes estratégicos (formación, investigación y transferencia, personas, organización y recursos, relación con la sociedad) y tres valores identitarios (fomento de la lengua gallega, defensa de la igualdad e internacionalización) que se traducen en 29 objetivos que cuentan con el trasfondo de la sostenibilidad mediante la Agenda 2030.
Este plan sustituye al aprobado en 2008 y en él la institución trata de definir cómo se desea ver en cinco años. En él, la colaboración público-privada y la relación de la universidad con la contorna que la rodea cobran especial importancia. Tanto es así que se presentó ayer en sociedad contando con la presencia de algunos de los agentes sociales que ayudaron a redactarlo, como Juan Vieites (presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia), Ernesto Pedrosa (presidente del Consello Social de la UVigo) y Jorge Cebreiros (presidente de la CEP), que acompañaron al rector Manuel Reigosa, que expresó que “en el ADN de la UVigo siempre estuvo la colaboración público-privada”.
El presidente de la CEG, Juan Vieites, hizo hincapié en la relación de la universidad con la sociedad, para que pueda “aprovechar sus fortalezas para realizar un progreso” y resaltó que la entidad viguesa parte de “una posición inmejorable, destacando en los rankings que evalúan las diferentes universidades”. En este sentido, Pedrosa añadió que la elaboración de este plan fue una “oportunidad sin precedentes para el Consello Social”, alabando la respuesta de la entidad a las dificultades presentadas por la pandemia. “Con este plan tengo la percepción de que la UVigo se coloca más cerca de la sociedad de lo que nunca estuvo”, señaló. “En la medida que se trabajen en estas líneas, será un éxito para todos”, resumió Jorge Cebreiros.
Una de las particularidades del nuevo plan estratégico es la creación de una comisión de seguimiento que evaluará su eficacia anualmente y permitirá modificarlo, lo que lo hace “vivo” en palabras del rector Manuel Reigosa.
Entre los 29 objetivos que se marca la universidad para los próximos cinco años, destaca el número 12, que apunta a la necesidad de reducir las distancia y el tiempo de los desplacamientos entre los núcleos urbanos y el campus. Esto implica, según recoge el documento, desplazar centros y servicios al centro de la ciudad y mejorar las condiciones del transporte público. Conrespecto a este proceso, el rector recordó que las negociaciones para adquirir los inmuebles de López Mora y la ETEA están paralizadas hasta conocer la opinión de la comunidad universitaria sobre dicho traslado.
