Esta semana recogió el premio en Helsinki acompañada por el catedrático Antonio Pino, que como ella pertenece al grupo de Antenas, Radar y Comunicaciónes Ópticas del centro de investigación AtlanTTIC, Fernando de las Heras, catedrático de la Universidad de Oviedo con el que colaboran, el delegado de Zona Franca, David Regades, la vicerrectora de Transferencia de la UVigo, Consuelo Pérez, entre otras personas. Es un premio de la convocatoria Galileo Máster y lo promueven la Agencia de los Sistemas Mundiales de Navegación por Satélite Europeos, la Agencia Espacial Euroepa, el Centro Aeroespacial Alemán y el propio Gobierno alemán. El proyecto CX-Geodrone, consiste en instalar sensores radar en drones en vuelos de baja altura, un sistema con múltiples aplicaciones. Han conseguido también una beca del programa Ignicia de la Axencia Galega de Innovación y un espacio en la aceleradora del sector aeronáutico Business Factory Aero de Lugo. El proyecto había ganado la fase regional del Galileo Másters patrocinada por Zona Franca.
¿Qué supone este premio?
Es un reconocimiento a una labor de año y pico con este proyecto en concreto y un reconocimiento también al trabajo hecho en la Universidad de Vigo, que a veces aquí no se valora. Vas a conferencias y congresos en otros países y te das cuenta de que estás haciendo cosas que la gente no es capaz de hacer y te lo reconocen, eso está muy bien. Hemos hecho mucho networking y muchos contactos para este proyecto y para otros, y la gente nos decía que estaba interesada y que tenía mucho potencial.
Estudió Teleco en la UVigo y el doctorado en la Northeastern University de Boston. ¿Cómo volvió de Estados Unidos? ¿Fue un fichaje posdoc?
Sí. Volví en 2015, el grupo de Antenas quería que viniésemos a trabajar en estos temas. Fui contratada por proyectos y ahora conseguí una beca nacional Juan de la Cierva. Estamos en época de vacas gordas y hay que aprovecharlo al máximo.
Tiene una niña de dos años. ¿Cómo se organiza?
Es bastante complicado organizarse con todo, pero tengo mucho apoyo de mis jefes y de mi familia, sino sería imposible. En la Universidad tenemos la suerte de tener el horario flexible y nos apoyan.
¿Qué opina de que haya pocas alumnas en Teleco?
La Universidad tiene varios programas para fomentar la participación de las alumnas en las inenierías. Cuando empezó la Escuela de Teleco eran pocas, en mi promoción llegamos a ser el 45% y ahora está en un 20%. Se debe a múltiples factores, algunas piensan que no están capacitadas pero podemos hacer lo que queramos, incluso mejor que ellos. Solo tienes que proponértelo e hincar los codos. Si te gusta no debes renunciar.
¿Cómo surgió la idea premiada?
Colaboramos con la Universidad de Oviedo desde hace más de diez años sobre todo en aplicaciones radar y uno de los proyectos que teníamos era para detectar las minas antipersona enterradas. Sobrevolar era la clave. La idea era embarcar el radar en un dron. Hace diez años no existían, ahora es el momento de que salgan tecnologías como esa. Las minas antipersona son un problema en zonas de África y Oriente Medio. Luego, a raíz de eso, buscamos más aplicaciones.Estamos estudiando aplicaciones para ingeniería civil, como detectar fugas en canalizaciones de agua y socavones, aunque ahora no estamos centrados en eso. También podemos cuantificar masas forestales para controlar emisiones de CO2 con más resolución que el satélite.
¿Qué opina de la implicación de Zona Franca?
Estamos encantados con su apoyo desde el minuto uno. Ahora vamos a tener alojamiento y servicios en sus oficinas, es un apoyo importante para la spin-off que queremos montar el año que viene. Se está haciendo un esfuerzo grande por posicionar a Vigo en el sector aeronáutico, es un acierto apostar por eso para no quedarnos atrás.
