Los vuelos aéreos no tripulados se usarán para la investigación, calibrar equipos o fotografía
La Universidad de Vigo recibió la autorización para realizar trabajos aéreos con drones (aeronaves no tripuladas) que concede la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.
De esta forma, la de Vigo se convierte en la única universidad española en contar con este permiso estatal dentro de un listado de operadores en el que aparece otra entidad pública, el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba que depende del CSIC.
La autorización permite utilizar estas aeronaves no tripuladas para actividades de investigación y desarrollo; fotografía, filmaciones y levantamientos aéreos (levantamientos topográficos, fotogrametía); así como investigación y reconocimiento instrumental: calibración de equipos, exploración meteorológica, marítima, geológica, petrolífera o arqueológica, enlace y transmisiones, emisoras, receptor, repetidor de radio o televisión.
La persona que solicitó este permiso es Ramiro Álvarez Clavero, responsable de la Unidad de Detección Remota del Centro de Apoyo a la Investigación (Cacti). Esta unidad había adquirido un drone el año pasado, de menos de 2 kilos de peso y con capacidad para volar a una distancia de 16 kilómetros mediante una ruta GPS diseñada por un piloto. Hasta ahora hacía vuelos de prueba en un campo contiguo a las dunas de la playa de la Lanzada, pero ahora sus posibilidades se multiplican. Ramiro Álvarez, que es piloto de la aeronave , director de operaciones y responsable de formación y mantenimiento, se mostró muy satisfecho de haber conseguido la autorización porque “aunque hay numerosas operadoras privadas, sus precios son demasiado altos para investigadores universitarios, mientras que el Cacti tiene tarifas bajas”.
