La única escultura gallega de Saramago cumple 20 años

La Praza do Encontro en Bouzas, anima al viandante a integrarse en el grupo de literatos.
photo_camera La Praza do Encontro en Bouzas, anima al viandante a integrarse en el grupo de literatos.
Forma parte del conjunto firmado por Buciños de un encuentro imaginario con Valle Inclán, Otero Pedrayo y Cunqueiro en Bouzas

En los terrenos que ocupaba la antigua fábrica de Refrey en Bouzas se levanta una plaza dedicada a la literatura. Bajo el nombre “Praza do Encontro” se inauguró en 2003 con la única escultura que hay en Galicia del Premio Nobel de Literatura, José Saramago. Forma parte de un conjunto realizado por Buciños, donde comparte espacio con Valle Inclán, Otero Pedrayo y Álvaro Cunqueiro y representa un “encuentro imaginario”. En común, estos cuatro escritores solo tienen una cosa: Ser los autores favoritos del promotor.

“Esos terrenos urbanizáronse e encargáronme un proxecto cos catro, eran os que lle gustaban”, recuerda Buciños (Manuel García Vázquez), que recreó un encuentro imaginario abierto y al que invitan a los viandantes de la plaza. 

“A disposición das figuras está pensada para provocar que a xente se pase dun personaxe a outro e propiciar a convivencia co obra, disposta nunha plataforma triangular aberta”. 

Realizadas en bronce, comparten la técnica característica de Buciños, donde alterna la materia con los huecos. “O único xeito de logralo é utilizando a cera perdida, con el modelo que desaparece al fundirse”. 

El artista reconoce haber quedado muy satisfecho con la que fue su primera obra en el espacio urbano en Vigo. Su siguiente intervención, “A familia” situada en la confluencia con Vía Norte y Urzaiz, fue víctima del vandalismo de un grupo de portugueses que celebraban una despedida de soltero.  “Foi un disgusto moi grande, parece incrible que unha xente de vai de festa acaben destrozando esculturas”. Las piezas deterioradas fueron repuestas. No tuvo la misma suerte el monumento al Emigrante en A Lama. “Retiraron dúas figuras que pesaban 200 kilos que logo apareceron nun chatarreiro”, apunta el artista.

Esta instalación poco conocida en el resto de la ciudad forma parte del catálogo de monumentos conmemorativos, el que analiza en su última publicación Mercedes Bangueses, integrante del Instituto de Estudios Vigueses.  

La Praza do Encontro no es el único homenaje a la literatura de la villa boucense. En la medianera de la Casa do Patín luce el mural que Pedro Sardiña dedicó a los trovadores medievales. Realizado en 2016, la pieza se engloba en el programa municipal “Vigo, cidade de cor”.

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