Pablo Carreiro, ilustrador gráfico

"'Ukiyo!' es hedonismo, es lo que me produce el manga y Japón"

Pablo Carreiro, en el set de Atlántico TV.
photo_camera Pablo Carreiro, en el set de Atlántico TV.

Pablo Carreiro (Vigo, 1985), ilustrador gráfico e historietista, volvió a casa a presentar su tercer libro, “Ukiyo!”, todo un homenaje a la cultura japonesa, una de sus grandes pasiones, del que habló en Atlantico TV.

 

 

Forma parte de la diáspora viguesa.

Llevo años afincado en Madrid, pero sigo sintiéndome gallego, muy gallego y mi acento me delata allá por donde voy.

 Regresa a su ciudad con un libro bajo el brazo de título impronunciable. ¿Qué significa “Ukiyo!”?

No tiene traducción literal, es una palabra japonesa que se refiere al disfrute y al hedonismo. Es lo que a mí me produce el manga y lo que siento por Japón y la cultura ninja.

¿De dónde le viene ese amor por Japón? 

De toda la vida me gustó ver dibujos animados y un día llegué a “Sailor Moon”, fue como una explosión de alegría y de ahí salté a otros títulos.

Asegura que todas las noches lee un manga.

Totalmente cierto, no me voy a dormir sin leer un par de páginas para poder conciliar el sueño. Me cuesta leer libros, pero el cómic no.

Pero “Ukiyo!” es algo más que un manga. ¿Podría ser un libro de viajes?

Quizá, es una mezcla de distintos géneros. Habla de viajes, pero también trata del anime, el manga y la ciudad de Tokio. Es cierto que indica aluna ruta urbana, pero como si fuera un consejo informal, en la barra de un bar. 

Comparte vivencias personales, ¿cuántas veces estuvo en Japón?

Estuve cuatro veces, los últimos veranos hasta la pandemia y estoy deseando volver.

Propone un diseño algo caótico.

A la hora de expresarme utilizo la tira autoconclusiva, con cuatro o cinco viñetas  que desarrollan una idea, cada página incluye un o dos tiras.

Y para acabar, ¿qué le pasa con Spice Girls que hasta le dedica una historieta?

Soy un fan enorme, las adoro, están casi al mismo nivel que “Sailor Moon”. Cada vez que voy a Japón hago un recorrido por las tiendas de discos, en sus ediciones siempre hay algo distinto que para un coleccionista es un gusto.

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