Trabajadores del Centro Penitenciario de A Lama reanimaron a tres reclusos este fin de semana, logrando salvarles la vida, según señalaron los sindicatos Acaip, ATP, CC OO y CSIF. Los hechos tuvieron lugar este sábado desde primera hora de la mañana.
El primer incidente sucedió a las 7,45 horas en el departamento de enfermería, donde los trabajadores penitenciarios se toparon con un interno en estado agonizante. Los servicios médicos lograron reanimarlo y mantenerlo estable hasta que posteriormente fue trasladado al hospital.
El segundo caso ocurrió durante la tarde del sábado en el módulo cuatro de A Lama. El reo se había caído de la litera y se encontraba en estado inconsciente. Los funcionarios de prisiones fueron alertados por el compañero de celda del interno. El hombre fue trasladado a la enfermería, donde se procedió a su reanimación y se le aplicaron medidas contra la intoxicación que sufría, indican desde los sindicatos.
El último suceso tuvo lugar en esta misma estancia de la prisión, a la hora de la cena. El recluso, un interno conflictivo aislado en una celda, se había colgado de los barrotes de una de las ventanas con una soga confeccionada con girones de una funda de almohada. Un trabajador de A Lama se lo encontraron amoratado y dando pocas señales de vida, procediendo a la rotura de la soga y procediendo a su reanimación. Una vez recuperado, el preso emprendió a golpes contra el funcionario, siendo precisa la presencia de otros compañeros para reducirlo.
Estos hechos contrastan con los cuatro fallecimientos que tuvieron lugar en el centro penitenciario desde el inicio del año. Los sindicatos lamentan el déficit estructural de personal que tiene por consecuencia el reparto de medicación a largo plazo que posteriormente se destinan al trapicheo en el patio. Además, critican la precariedad de la sanidad penitenciaria, las malas condiciones laborales del personal sanitario y el abandono del servicio público de prisiones.
El segundo caso ocurrió durante la tarde del sábado en el módulo cuatro de A Lama. El reo se había caído de la litera y se encontraba en estado inconsciente. Los funcionarios de prisiones fueron alertados por el compañero de celda del interno. El hombre fue trasladado a la enfermería, donde se procedió a su reanimación y se le aplicaron medidas contra la intoxicación que sufría, indican desde los sindicatos.
El último suceso tuvo lugar en esta misma estancia de la prisión, a la hora de la cena. El recluso, un interno conflictivo aislado en una celda, se había colgado de los barrotes de una de las ventanas con una soga confeccionada con girones de una funda de almohada. Un trabajador de A Lama se lo encontraron amoratado y dando pocas señales de vida, procediendo a la rotura de la soga y procediendo a su reanimación. Una vez recuperado, el preso emprendió a golpes contra el funcionario, siendo precisa la presencia de otros compañeros para reducirlo.
Estos hechos contrastan con los cuatro fallecimientos que tuvieron lugar en el centro penitenciario desde el inicio del año. Los sindicatos lamentan el déficit estructural de personal que tiene por consecuencia el reparto de medicación a largo plazo que posteriormente se destinan al trapicheo en el patio. Además, critican la precariedad de la sanidad penitenciaria, las malas condiciones laborales del personal sanitario y el abandono del servicio público de prisiones.
