NAVIDAD EN VIGO

El aluvión turístico en Vigo por las luces de Navidad supera previsiones y deja importantes beneficios

Hoteles y pisos de la ciudad y comarca ocupados por encima del 90%, llenos en restaurantes y cafeterías y más ventas del comercio. Gallegos, madrileños, catalanes y andaluces, atraídos por el tirón navideño en el puente

La Navidad de Vigo pone fin hoy a cinco días de puente con un balance más que positivo. Pese a que las previsiones ya eran de por sí buenas, estas estimaciones iniciales de la hostelería y el comercio de la ciudad se superaron principalmente en las zonas más próximas al eje Policarpo Sanz-Praza de Compostela, la ‘zona cero’ navideña donde se desarrollan la mayoría de las actividades. Pese a que Vigo registra una situación ciertamente complicada por la evolución de la pandemia en esta sexta ola, el volumen de visitantes no se vio afectado durante el fin de semana y los días festivos aunque la lluvia y la llegada de la ciclogénesis “Barra” desde ayer sí adelantó la operación retorno de muchos turistas como avanzaron representantes del sector hostelero de la ciudad.

Las ocupaciones hoteleras superaron el 90%, principalmente de viernes a lunes, llegando a colgarse el cartel de “completo” en un buen número de establecimientos del centro de Vigo, obligando a muchos turistas a realizar sus reservas en municipios próximos como Baiona, Nigrán o al otro lado de la Ría, como en Cangas. “Dadas las circunstancias, ha sido un muy buen puente, con tres días a tope y muchísimos hoteles llenos. Las sensaciones fueron muy positivas”, admitió César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos).

Este lleno también se produjo en otras modalidades de alojamiento, como son los apartamentos turísticos que pueden encontrarse en portales como Airbnb, donde prácticamente más del 80% de los alojamientos disponibles en la zona centro de Vigo completaron sus reservas para todo el puente y algo menos de una decena contaron con fechas disponibles, con precios que oscilan entre los 60 y casi los 200 euros por noche. 

Como consecuencia de esto y como pudo comprobarse a lo largo de los últimos días, la mayor presencia de visitantes por las calles desbordó las previsiones de cafeterías y restaurantes, completando sus comedores y llegando a tener que pedir a los hambrientos turistas un poco de margen para poder situarlos en alguna de sus mesas: “Del sábado al lunes fue horrible, pero en el buen sentido. Hubo muchísima gente y mucho trabajo, algo que se agradece tras lo que hemos pasado con la pandemia”, reconoció Charo García, hostelera viguesa que forma parte del equipo de Cosmos, en Praza da Princesa. 

Zonas como el entorno de Porta Sol –afectada en esta ocasión por las obras de peatonalización, aunque con varios pasos habilitados para el tránsito peatonal–, Policarpo Sanz, Urzaiz, Colón, García Barbón, la Alameda y Príncipe registraron a lo largo de los últimos días las mayores afluencias de peatones visitando la Navidad de Vigo. Además del impacto sobre la hostelería, el comercio también ha visto cómo mejoró la afluencia de los establecimientos, con más ventas: “Desde el comercio éramos optimistas, no se manejaban unas previsiones concretas para el puente, pero en términos generales se ha notado un aumento de ventas tanto en el centro como en otras áreas comerciales de Vigo”, señaló Raúl Fontán, gerente de la federación Vigo Comercio.

Vigo se llenó de catalanes, madrileños y andaluces

El puente de la Constitución en Vigo estuvo marcado por la presencia de turistas nacionales, la mayoría procedentes de Madrid, Cataluña o Andalucía, según indican desde el sector hostelero de la ciudad. 

“Vigo llama la atención y los taxis no pararon. Hubo mucho turista y la mayoría eran de fuera de Galicia”, reconoció también Emilio Mosquera, presidente de la Asociación de Autopatronos del Taxi y Central Radio-Taxi Vigo. 

“La Navidad de Vigo tiene un importante tirón entre el turista nacional”, indicó Jaime Pereira, presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi).  Frente al visitante procedente de España, los vecinos portugueses, habituales cada fin de semana en la ciudad, fueron los grandes ausentes de los últimos: “La presencia de portugueses pudo fallar un poco a raíz de cómo está la pandemia por allí”, añadió Pereira.

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