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Teis inicia una nueva etapa con la Casa Nosa Señora da Saúde

La nueva directiva de la residencia pone el foco en al formación de sus usuarios para mejorar su autonomía y avanzar en su reinserción social.
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El obispo inauguró las renovadas instalaciones de la residencia de los Hermanos Misioneros

nnn El patronato de la Fundación Santa Cruz presentó ayer las nuevas instalaciones de la Casa Nosa Señora da Saúde, la antigua residencia de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis, convertida en fundación canónica desde 2017 cuando la gestión pasó a manos de la Fundación Santa Cruz – integrado por el Arzobispado de Barcelona y el Obispado de Tui-Vigo–. La renovación de ascensores, cuadros eléctricos y mejoras en la accesibilidad para sus residentes son algunas de las obras realizadas en este complejo gracias a los fondos europeos, como destacó su actual directora, Soledad Pomar, la primera mujer que ostenta tal cargo. En esta inauguración estuvieron presentes también el comisionado de la Fundación Santa Cruz, Ramón Batlle, y el obispo de Tui-Vigo, Luis Quintero Fiuza.
Con una capacidad para 120 personas en su residencia –en la actualidad hay 94 usuarios–, la formación es uno de los pilares sobre los que trabajan en esta nueva era en el centro asistencial de Teis. “Consideramos que la formación en competencias clave es fundamental para la inserción social de los residentes. Hablamos de que en torno al 60 por ciento padecen problemas de salud mental”, recordó la directora del centro. 
Según el grado de dependencia de los usuarios, en las instalaciones de la Fundación Santa Cruz en Teis se dividen en tres aulas en las que realizan distintos trabajos en los que el arte se convierte en una herramienta de aprendizaje. Uno de estos grupos confecciona bolsas de tela reciclada que formarán parte de un proyecto escolar en el que colaboran los usuarios de la residencia, mientras que otro de ellos estudia a grandes mujeres de la historia y aquellas que han marcado sus vidas. “Ellos mismos eligieron estudiar a mujeres de importante calado histórico, algo significativo, ya que tanto la directora como al subdirectora somos mujeres y esa es una cuestión que al principio parecía costarle a algunos”, afirmó Soledad Pomar.

Recuperar la dignidad
El cambio de paradigma en la Casa Nosa Señora da Saúde también reside en que sus usuarios salen a los centros escolares, mostrando a jóvenes y niños cómo es la vida en una residencia y la “importancia de dar a conocer las enfermedades mentales para concienciar a la sociedad”, explicó una de las trabajadoras del centro. “Queremos que esta casa sea un ejemplo de mayor transparencia y que continúe la máxima exigencia para ayudar a que esas personas que acuden a la Fundación Santa Cruz recuperen su dignidad”, señaló el obispo, mientras agradecía la labor realizada por los trabajadores del centro. A su vez, Ramón Batlle reivindicó que las instalaciones “se mantienen gracias a la solidaridad de la gente de Vigo y comarca”, destacando también la función del albergue, en el que se dio asistencia en el último año a 487 personas. 
Este hospedaje cuenta con 38 camas –12 para mujeres y 26 para hombres–, con una estancia máxima prorrogable de 10 días, en la que los usuarios no solo acuden para pasar la noche resguardados de la calle, también reciben el apoyo y la ayuda de los trabajadores del centro para mejorar su situación como con la búsqueda de empleo. n

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