Rafael Grossmann se define como cirujano a tiempo completo enfocado en aprovechar el poder paradójico de la tecnología para humanizar y optimizar los servicios de salud.
Además de médico, este venezolano radicado en Maine, es un "gurú", empeñado en transmitir su mensaje como educador y futurista de la salud aunque su salto a la fama fue el 20 de junio 2013, al convertirse en el primer doctor en utilizar Google Glass -las gafas de la marca-durante una cirugía. Ayer estuvo en el hospital Álvaro Cunqueiro en un encuentro denominado "Intangibles", con tres miradas hacia la innovación. Está convencido que las tecnologías exponenciales mejorarán la conectividad resultando una medicina más eficiente.
¿Se considera un futurista por el uso de la tecnología?
Soy un cirujano de Venezuela entrenado en Estados Unidos, centrado en aspecto como el politrauma y la robótica. Me considero un trabajador a tiempo completo pero es verdad que siempre me apasionó la tecnología de cara a su aplicación en la solución de los problemas de salud y en la educación. Puede ser por ejemplo con Google Glass, pero la plataforma no es realmente lo importante sino el uso de lo que hacemos.
¿Hacia donde avanzaría en su campo?
La tecnología es la imaginación, la creatividad, avanza de forma exponencial, sea un Iphone o 5G o la cirugía robótica, no tiene límites. Se utilizará de una forma diferente para que esta tecnología, hoy con fines lúdicos, sirva para solucionar problemas reales. No hay derecho que en siglo XXI lo hagamos como hace 100 años en el área de salud. La tecnología es solo un complemento a las más básicas e importantes cualidades del médico, que son la compasión y la empatía.
¿Algo concreto de lo que usted postula se aplicará ya en el área de salud?
Un hecho concreto podría ser la llegada y aplicación del 5G. Ya se está haciendo cada vez más común, con un ancho de banda más amplio y con retardo imperceptible, que va a permitirnos conectarnos mejor para llegar a un paciente, para conectar con el hospital gracias a los nuevos dispositivos, el internet de las cosas. Un ejemplo que va a ser palpable muy pronto será la robótica y la realidad aumentada, pero son cosas que van a ser más tardías en relación a lo común.
¿Qué le ha parecido el hospital de Vigo donde ha estado?
Maravilloso, agradeciendo la invitación, es una joya que no me esperaba. Me gusta viajar y encontrar cosa inesperadas, y en este caso no sólo la infraestructura moderna, adaptada a los tiempos sino la preparación y la visión de las personas que conocí. Me impresionó mucho y estoy agradecido, Galicia es casi una segunda patria para un venezolano.
¿Hablando de su país, como ve Venezuela? ¿Ve una salida?
Es algo muy largo, pero lo veo con nostalgia, tristeza, con mucho sentimiento de aspecto frustrado. No hay derecho que con el potencial humano y natural e histórico de Venezuela esté en la situación indescriptible que está ahorita. La salida de cerebros a todas partes del mundo va a producir un fenómeno difícil de revertir. Hay que ser optimistas pero trabajar activamente para que aunque estemos lejos físicamente tratemos de acercarnos y ayudar los problemas reales. El daño ha sido tan profundo que pasarán generaciones antes de que todo pueda ser revertido para el nivel que se merece el país en su desarrollo. Tenemos recursos y bendiciones de la tierra, y no hay derecho a estar así.
¿Se considera un futurista por el uso de la tecnología?
Soy un cirujano de Venezuela entrenado en Estados Unidos, centrado en aspecto como el politrauma y la robótica. Me considero un trabajador a tiempo completo pero es verdad que siempre me apasionó la tecnología de cara a su aplicación en la solución de los problemas de salud y en la educación. Puede ser por ejemplo con Google Glass, pero la plataforma no es realmente lo importante sino el uso de lo que hacemos.
¿Hacia donde avanzaría en su campo?
La tecnología es la imaginación, la creatividad, avanza de forma exponencial, sea un Iphone o 5G o la cirugía robótica, no tiene límites. Se utilizará de una forma diferente para que esta tecnología, hoy con fines lúdicos, sirva para solucionar problemas reales. No hay derecho que en siglo XXI lo hagamos como hace 100 años en el área de salud. La tecnología es solo un complemento a las más básicas e importantes cualidades del médico, que son la compasión y la empatía.
¿Algo concreto de lo que usted postula se aplicará ya en el área de salud?
Un hecho concreto podría ser la llegada y aplicación del 5G. Ya se está haciendo cada vez más común, con un ancho de banda más amplio y con retardo imperceptible, que va a permitirnos conectarnos mejor para llegar a un paciente, para conectar con el hospital gracias a los nuevos dispositivos, el internet de las cosas. Un ejemplo que va a ser palpable muy pronto será la robótica y la realidad aumentada, pero son cosas que van a ser más tardías en relación a lo común.
¿Qué le ha parecido el hospital de Vigo donde ha estado?
Maravilloso, agradeciendo la invitación, es una joya que no me esperaba. Me gusta viajar y encontrar cosa inesperadas, y en este caso no sólo la infraestructura moderna, adaptada a los tiempos sino la preparación y la visión de las personas que conocí. Me impresionó mucho y estoy agradecido, Galicia es casi una segunda patria para un venezolano.
¿Hablando de su país, como ve Venezuela? ¿Ve una salida?
Es algo muy largo, pero lo veo con nostalgia, tristeza, con mucho sentimiento de aspecto frustrado. No hay derecho que con el potencial humano y natural e histórico de Venezuela esté en la situación indescriptible que está ahorita. La salida de cerebros a todas partes del mundo va a producir un fenómeno difícil de revertir. Hay que ser optimistas pero trabajar activamente para que aunque estemos lejos físicamente tratemos de acercarnos y ayudar los problemas reales. El daño ha sido tan profundo que pasarán generaciones antes de que todo pueda ser revertido para el nivel que se merece el país en su desarrollo. Tenemos recursos y bendiciones de la tierra, y no hay derecho a estar así.
