ANDRÉS SUÁREZ Cantautor ferrolano, ayer en el TerraCeo

“Al subirme al escenario, reviví de algún modo"

Andrés Suárez deleitó al público en la terraza del Auditorio de Beiramar.
photo_camera Andrés Suárez deleitó al público en la terraza del Auditorio de Beiramar.
Andrés Suárez (Ferrol, 1983) volvió ayer a Galicia tras el confinamiento. Y lo hizo para tocar la primera de sus dos tardes programadas en el festival TerraCeo celebrado el Auditorio de Beiramar.

Enfrascado en la gira de acústicos de promoción de su octavo álbum, de título homónimo, el cantautor ferrolano está como en una nube, entregado a la música y a sus seguidores. 

No esperaba salir de gira este año. ¿Cómo ha sido esta vuelta?
¿Que cómo me lo tomo? Pues como un regalo de vida, como un premio, como un sueño. No iba a poder tocar y ahora tengo 24 conciertos en dos meses. Como para fastidiarla y no entender que no nos podemos sacar una foto en un concierto o que no puedo vender merchandising para no provocar aglomeraciones. Más quisiera yo abrazar al a gente y firmarle, más yo que nadie. Quiero aprovechar para dar las gracias a los que toman esa conciencia de apoyar a la cultura. Ahora bien, con todas las medidas.
Está promocionando su octavo álbum, de título homónimo. ¿Es su trabajo más personal?
Me atreví a mostrarme de una vez. No sé por qué, pero me atreví. Me apetece mostrarme, poner mi cara en la portada que es algo que me parecía surrealista. Creo que tengo las diez canciones más sinceras, escritas del tirón. De hecho, me lo dijeron mis productores –Tato Latorre y Toni Brunet–: “Esto es Andrés Suárez”. En este disco hablo de un amigo que murió con 15 años de sobredosis, de Pantín, de Ferrol, de historias de amor que me marcaron tanto...
¿Tiene alguna favorita entre esas diez canciones tan personales?
Pues me cuesta mucho, porque son sobre todo canciones de amor y de homenaje. Van sobre gente maravillosa que me he cruzado por el camino. Tal vez fue un acierto sacar el disco en estos tiempos horribles. Suena muy cursi pero ha quedado claro que nos hace falta muchísimo amor.
¿A qué se refiere cuando se define como “cantautor transgresor”?
A mí me importa un carajo la etiqueta de la música y hablo de lo que me da la gana. Y soy cantautor a mucha honra. Hay gente que me dice “no digas eso, que es como que eres triste”, pero no. Estamos en el país de los cantautores: Serrat, Sabina, Aute... Me apena ver un poco que en España no sean tan reconocidos. Para mí es un honor decir que soy un autor.
El primer concierto postcovid que ha dado fue en el Libertad 8 de Madrid, un local muy especial para usted. ¿Cómo ha sido?
Fue una ayuda a Julián, un guiño para impedir que cierre ese bar –todo lo recaudado fue destinado a ello– porque creyó en mí cuando nadie lo hacía. Y si no te acuerdas de los que estaban al principio eres un cretino, un hipócrita. Fue muy extraño por todas las medidas, pero es lo que toca. Al subirme al escenario reviví de algún modo.
¿Ve apoyo a la cultura en Galicia?
Yo veo poco apoyo a la cultura en España, en general. Y que las “tres marías” de la educación, las artes plásticas, la música y la educación física, nos “salvaron” durante el confinamiento. Sin una serie, sin una peli, sin una canción... yo habría perdido la cabeza. Creo que los políticos, de todos los colores y bandos, deberían saber que somos más que un entretenimiento. 
¿Cómo afronta el resto del año con estos conciertos atípicos y la incertidumbre que planea sobre el sector?
Yo trato de dejar de quejarme todo el rato y echar una mano. Si yo tengo que tocar a cinco metros y cantar con mascarilla, lo hago.  Parece que nos olvidamos de cuando estábamos en el confinamiento. Entonces trato de quejarme poco y ser muy agradecido con toda la gente que estuvo en primera línea, que lo pasó muy mal. Y no me olvido. Quiero mirar hacia adelante con mucho positivismo.n

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