IVÁN PANDO Escritor, autor de “Un troglobio sentado en mi sillón rojo”

“Soy un gran lector, pero de diez libros que empiezo, solo acabo uno, hay mucha obra mala”

Iván Pando sacó su segunda novela al mercado.
photo_camera Iván Pando sacó su segunda novela al mercado.

Iván Pando (Vigo, 1962), trabajador de la banca, dio el salto a la literatura con “La Duna. Un banquero & un bancario” y se consolida este año con su segundo título, “Un Troglobio sentado en mi sillón rojo”, la historia, ambienta en Vigo, de un joven que aspira a ser escritor para homenajear la memoria de su padre, pero se encuentra con un problema.

En este libro existe una trama central, pero también hay relatos cortos y referencias a autores consagrados. ¿Es un homenaje a la literatura?

Es todo muy sencillo, pero combina dos historias, la del presente y la del pasado. Además incluye los relatos cortos que escribe Alejandro, el protagonista. Decide homenajear a su padre haciéndose escritor, lo que él siempre quiso dedicarse. Comienza a leer “El Conde de Montecristo”, se da cuenta de que es capaz de leer muy rápido e identificarse con los personajes hasta el punto de vivir sus vidas. Es un thriller psicológico, una novela que emociona.

¿Qué le llevó  a escribir?

Siempre me gustó y ahora tengo tiempo. Creo que todos tenemos algo de novelistas, ya con el hecho de pensar estamos creando historias, tan solo tenemos que dar el paso para pasarla a papel. Enfrentarse a un folio en blanco, juntar palabras y darles sentido requiere perseverancia, humildad y un mínimo de talento.  Soy un gran lector, pero de diez libros que empiezo, solo acabo uno, hay mucha obra mala. Esta novela es “cojonuda”, lo digo sin falsa humildad. Mi objetivo es llega a escribir un libro al año.

¿Qué busca con sus libros?

Lo que me interesa es que la historia llegue. Mi primera novela la regalé, solo pedía que escribirán una reseña en Amazon; cumplieron cinco. En la editorial me dijeron que lo que se regala deja de tener valor, con lo que la segunda la vendo, no tanto por el dinero, sino para que se lea. Me gusta que una persona elija mi libro sin saber quién soy.

¿A quién va dirigida esta novela?

A quien quiera dejar de ver la televisión, sentarse delante del ordenador o enfrascarse con el móvil. A quien, al acostarse y recuerde lo que ha vivido en ese día, no solo haya invertido el tiempo en sus rutinas, sino que se haya podido sentir a través de la lectura como un buceador en el Pacífico o un acusado de traición en la Francia napoleónica. No importa la edad que tenga el lector. Se va a emocionar, va a llorar, se reirá y se sorprenderá.

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