La carretera alternativa de Vigo a Pontevedra por Vilaboa, la Nacional 554 que permite una comunicación eficiente entre ambas ciudades eludiendo el peaje cada vez más alto (3,75 euros por sentido), continúa creciendo en intensidad media de tráfico gracias a que supone un viaje de unos 30 minutos como máximo, pero a cambio se ha incrementado exponencialmente su peligrosidad: hay un 50 por ciento más de afectados por accidentes en la comparación entre 2018 y 2019. Hoy utilizan la "vía de balde" al menos 11.000 coches cada día, aunque la DGT todavía no ha actualizado sus cifras. Otros 20.000 vehículos se sirven de la carretera nacional que va de Vigo a Pontevedra, cruzando Redondela y Arcade, si bien no todos completan el recorrido. El otro 50 por ciento viaja por la AP-9, unos 38.000 al día. Según los últimos datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, la N-554 ha registrado en lo que va de año, hasta el pasado 18 de noviembre, un total de 19 accidentes, con un fallecido, tres heridos graves y otros 11 de distinta consideración.
El año anterior, la misma carretera nacional sumaba también hasta el mes de noviembre otros tantos accidentes, 19, pero con un saldo menos trágico: cuatro heridos graves y cinco leves. Por tanto, se mantiene la cifra de vehículos que han tenido percances pero crece de forma importante las víctimas de distinta consideración. Una cifra que tiene que ver directamente con el uso cada vez más habitual de dicha carretera para eludir el pago de los peajes. En realidad es la única opción viable: la otra posibilidad exige un largo recorrido por la N 550 que cruza Redondela y Arcade y al menos 45 minutos de viaje. Con todo, suma más tráfico: unos 20.000 coches al día. n
