VIGO

El Sergas aborda el daño psicológico a los sanitarios

Olivares, jefe de Psiquiatría del Área Sanitaria de Vigo, que pondrá en marcha los protocolos
photo_camera Olivares, jefe de Psiquiatría del Área Sanitaria de Vigo, que pondrá en marcha los protocolos
Psiquiatría pone en marcha dos protocolos de atención para personal, pacientes y familias

El servicio de Psiquiatría  del área Sanitaria de Vigo  ha puesto en marcha dos protocolos de actuación para reforzar y agilizar la atención de salud mental durante la pandemia del  Covid-19, uno específico para pacientes y familiares, y otro dirigido al personal que trabaja en los centros sanitarios.
     Según informó el Sergas, dichos protocolos habilitan canales directos de comunicación para  lo profesionales de Atención Primaria y hospitalaria a fin de que puedan realizar  interconsultas o consultas rápidas mediante conexión telefónica o correo electrónico a través de líneas internas y un nuevo  buzón de correo electrónico para esta finalidad. Dos equipos de psiquiatras y psicólogos clínicos se encargarán de coordinar y canalizar las demandas de atención  y agilizar la toma de decisiones.
     El protocolo destinado a los profesionales sanitarios incluye, además, el documento que publicó recién la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) para atajar los riesgos psicológicos por la pandemia provocada por el coronavirus  Covid-19.
    Las reacciones a situaciones de trabajo tan intensas pueden ser emocionales, de conducta, cognitivas y físicas causando desde ansiedad a temblores, falta de memoria o concentración, entre otras.  El objetivo de esta atención es cuidarse para cuidar a los demás, por lo que los especialistas  hacen una serie de recomendaciones de comportamiento y conducta, con el objetivo de “cuidarse a sí mismo para poder cuidar a los demás”.
     Las posibles pautas a seguir son cuidar las necesidades básicas (comer, beber y dormir regularmente), descansar (evitar la sensación de culpa por no estar trabajando), planificar rutinas había sido del trabajo (ejercicio físico, lectura, llamadas a ser queridos), mantener el contacto con los compañeros,  respeto a las diferencias de criterios con compañeros o pacientes, compartir información constructiva, mantenerse conectado con la familia, mantenerse actualizado con informaciones fiables, permitirse pedir ayuda, compartir las emociones con alguien que transmita seguridad, utilizar técnicas que sean útiles para la desactivación emocional,  y reconocer  la labor del equipo asistencial. 

JOSÉ MANUEL OLIVARES Jefe de Psiquiatría del Área Sanitaria de Vigo

"Cuando acabe la pandemia habrá que suturar muchas heridas"

 ¿Cómo está afectando al persona sanitario el día a día contra el coronavirus?
El personal se encuentra ante situación excepcional. Se puede sentir desbordado, preocupado por contagiarse... En el fondo está enfrentándose a algo a lo que no está acostumbrado y eso puede traer consecuencias  como ansiedad o cuadros depresivos que repercuten en síntomas físicos tales como desajustes intestinales, falta de apetito, dificultad para expresarse, insomnio... Por eso es necesario ofrecerles atención.

¿Y la asistencia psiquiátrica en confinamiento?
Es una situación difícil, nueva,  hemos tenido que cambiar y adaptar nuestro procedimiento de atención acostumbrados al contacto personal. Mantenemos las consultas habituales, atendemos las nueva demanda de urgencias y atención primaria y haciendo seguimiento vía telefónica de ciertos pacientes. Estamos haciendo un esfuerzo además para llegar a residencias de mayores y discapacitados, entre otras actuaciones.

Los protocolos del área que dirige también van dirigidos a pacientes y familiares.
Sí, tenemos que prestar apoyo especial a las personas que están sufriendo, a las familias que están sufriendo, hay que animarlas, consolarlas. Para ello contamos con un equipo de psiquiatras y psicólogos que será ágil y accesible para atender esas necesidades.

¿Qué consecuencias podría tener el hecho especialmente dramático de no poder despedirse de un ser querido?
Efectivamente esta situación está impidiendo los ritos funerarios que son tan importantes y que existen de forma muy inteligente para ayudarnos en un momento tan complicado. Poder estar al lado de una persona querida que va a morir, cogerle la mano, eso no sólo alivia al que se va sino al que se queda. Y el golpe todavía es más duro cuando no se permite estar acompañado en ese sufrimiento. Todo esto a la larga puede generar complicaciones, por eso nos estamos anticipando. Cuando pase esta epidemia, porque va a pasar, como lo han hecho otras en el pasado, habrá que suturar muchas heridas emocionales, y también las que se derivarán de las dificultades económicas y de regresar a la rutina de antes.

¿Un mensaje en positivo? 
Con esta pandemia hemos cambiado nuestras costumbres, algunas para mejor, como lavarnos las manos con frecuencia y  aprender a relativizar los problemas que antes nos parecían gravísimos. Además, ahora vamos a apreciar mucho más el valor de las cosas cotidianas y simples como el hecho de salir a dar un paseo con los amigos.
 

Te puede interesar