La nueva Ley de Bienestar Animal exigirá contratar una póliza de responsabilidad civil para todas las razas
La población de perros y gatos registrados en la ciudad supera por primera vez este año al grupo de personas menores de 20 años.
En Vigo están censados 50.000 niños y jóvenes de hasta 20 años. Frente a esto, en los hogares vigueses hay ahora mismo 53.080 animales de compañía, de los que 46.972 son perros, 5.681 son gatos y otros 367 son aves, hurones y otros, según los datos del Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía de la Xunta.
La Ley de Bienestar Animal, que está todavía en trámite y se espera que pueda aprobarse en septiembre, introduce novedades para los dueños de mascotas y una de ellas será la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal. Es un requisito que hasta ahora solo se exigía en las razas “potencialmente peligrosas”, pero qie ahora se extenderá al resto. La ley concede un plazo de dos años para que los propietarios suscriban estos seguros, que según las fuentes consultadas podrían costar entre 30 y 40 euros al año, con precios que varían en función de la compañía con la que se contrate, así como del tamaño, la edad o la raza del animal. Si el precio del seguro fuese el más barato, de 30 euros, los vigueses pagarían en conjunto 1,4 millones de euros por esos seguros. Las compañías que ofrecen estos contratos señalan que la mayoría de las llamadas que reciben son por enfermedad o por accidente. Además, las personas que opten a ser titulares de perros deberán acreditar la realización un curso de formación, del que se sabe que será gratuito, que se podrá hacer de forma online y que tendrá una validez indefinida.
Pero no son todo obligaciones o prohibiciones como la de impedir que se vendan perros, gatos y hurones en tiendas de animales. La nueva ley abre la puerta a espacios que hasta ahora estaban vetados para las mascotas como el acceso a transportes públicos, establecimientos públicos y privados o incluso la presencia en playas y parques de animales de compañía “que no constituyan riesgo para las personas, otros animales o las cosas”, aunque la ordenación depende de los concellos.
La pandemia, con su confinamiento y sus restricciones, despertó el deseo de contar con animales de compañía en España y de hecho se registró un aumento considerable.
Sin embargo, en Vigo esa tendencia creciente venía de atrás, al menos en el caso de los perros. En abril de 2018 había 30.537 perros en hogares vigueses. Al año siguiente, en el registro figuraban 34.069 perros, casi cuatro mil más, y es el mismo salto que se produjo entre los años 2020 y 2021.
Sin embargo, la pandemia sí aceleró el gusto por los gatos como animal de compañía. En el año 2018 había 2.138 gatos registrados en Vigo y en 2019 creció poco, hasta llegar a los 2.562.
En abril de este mismo año la ciudad cuenta con más del doble de gatos registrados (5.681) y un 35% más de perros de los que había hace tan solo seis años.
“Las mejoras están bien, pero no consultaron a veterinarios”
“Una ley para mejorar la defensa de los animales siempre está bien, aunque muchas de las cosas que incluye ya estaban contempladas en la legislación y hoy en día los dueños suelen tener más cuidados de los que figuran en la ley”, señala Marta Ventas, del Centro Veterinario Pintor Colmeiro. Como profesional del sector ha ido siguiendo los distintos cambios en el borrador de la futura Ley de Bienestar Animal, por lo que señala que es pronto para opinar, pero sí lamenta que se haya redactado el texto sin consultar la opinión de los veterinarios.
Preguntada por el seguro de responsabilidad civil a terceros, cree que es algo positivo porque cualquier animal que se escape puede provocar un accidente y tener esa cobertura es importante. Además, subraya que son baratos. En esta línea, señala que la ley no incluye el seguro médico, un gasto que en otros países consideran imprescindible. “A nosotros nos parece el más interesante porque puede haber imprevistos”. Estos seguros incluyen más o menos prestaciones en función de lo que el usuario decida pagar, por lo que puede ir desde las consultas y vacunas anuales hasta una cirugía de traumatología y un tratamiento para el cáncer.
En cuanto a facilitar el acceso de los animales de compañía a los transportes públicos y a otros espacios, considera que es un avance. Recuerdan que en Vigo ya podían viajar animales en el bus en un transportín, pero ahora podrán ir en tren o eludir la bodega del avión. “La mayoría están muy limpios, no ladran y van dormiditos al lado del dueño”. Sobre el acceso a las playas, apunta que la ley no explica cómo debe hacerse y que posiblemente será decisión de los ayuntamientos. Vigo cuenta con una playa para perros, cerca de la desembocadura del Lagares, y la nueva ley podría forzar a una ampliación de estos espacios.
Sobre la venta y exposición de estos animales en tiendas, recuerda que los veterinarios hace muchos años que estaban en contra de esta situación, aunque sí les parece bien que esas tiendas puedan ejercer de mediadoras con los criadores de animales. Preguntada por la vacuna de la rabia, dice que en su clínica 9 de cada 10 dueños de perros deciden ponerla y lo hacen cada dos años.
Galicia no exige la vacuna de la rabia para perros
Galicia se considera libre de rabia animal y quizá por eso la vacuna contra esta dolencia no es obligatoria. Sin embargo, muchos propietarios sí que ponen esta vacuna a sus perros por precaución o porque es un requisito obligatorio para viajar a otras comunidades autónomas y a países como Portugal. Esta situación fue criticada en múltiples ocasiones por el Colegio Oficial de Veterinarios de Lugo, que considera necesario establecer la obligatoriedad de la vacuna contra la rabia en Galicia, puesto que además es la única comunidad autónoma de España donde no se contempla y de los pocos sitios de Europa. Recuerdan que según la OMS este virus afecta a más de 150 países y territorios, y provoca daños en el sistema nervioso que pueden llegar a ser mortales. Según explican, es una zoonosis peligrosa y mortal tanto para personas como para animales. El 99% de los contagios a humanos se deben a mordeduras de perros, gatos, hurones y animales silvestres.
