La falta de personal en los centros de salud, que se arrastra desde hace años, y la nueva forma de trabajar con consultas mayoritariamente telefónicas y con el encargo de atender la detección y seguimiento del coronavirus, está provocando retrasos de hasta dos semanas para conseguir una cita con el médico y de un mes para pruebas.
Los profesionales sienten “impotencia, frustración y estrés” por no poder atender como les gustaría a sus pacientes, mientras entre los usuarios hay de todo, desde los que se resignan y acatan el sistema hasta los que protestan por las demoras (antes de la pandemia la cita era casi de un día para otro), los que llegan a la agresión verbal como sucedió en el centro de salud de Tomiño y los que temen que su salud puede empeorar por esto.
En el área de Pontevedra están pensando en una dimisión colectiva por la sobrecarga de trabajo y porque no se cubren ausencias.
“Se trasladó la imagen de que los centros de salud estaban cerrados y no es cierto, están trabajando con más consultas que antes y con un trabajo que no se ve de control del coronavirus para detectarlo de forma precoz, dar los resultados, explicar cómo se hacen aislamientos y cuarentenas. Son cosas que permiten afrontar mejor la segunda oleada de la pandemia y que frenan la presión sobre los hospitales”, explican los médicos de Vigo.
Creen que la consulta telefónica es una buena herramienta en este contexto de pandemia, pero para que funcione aseguran que se necesitan más profesionales y tiempo.
Sobre los casos de Covid, además de la detección se ocupan del seguimiento de los aislados en casa. Los facultativos tienen una lista de pacientes a los que deben hacer seguimiento y explican que no se trata solo de hacer una encuesta de 5 preguntas. “Tienes que gestionar su ansiedad, aclarar sus dudas y obtener la información necesaria para tomar decisiones clínicas”. También los PAC, las urgencias extrahospitalarias, se han involucrado al informar del resultado de pruebas PCR a los pacientes los sábados y domingos cuando no funcionan los centros de salud.
Sobre los contratos que se hicieron a raíz de las movilizaciones de Primaria en toda Galicia, apuntan que fueron “una gota en el océano” y que son insuficientes para reducir la saturación y para dedicar el tiempo necesario a los pacientes. Por eso, sindicatos como la CIG pedirán al nuevo conselleiro que escuche a los profesionales, que invierta en los centros de salud y que exista una Gerencia de Atención Primaria para organizar el trabajo.
Uno de los grandes problemas sin resolver se refiere al hecho de que en el plazo de cinco años habrá jubilaciones masivas entre los facultativos de centros de salud. Piden más plazas MIR y mejores condiciones laborales.n
