vigo

Una Santa Compaña de vivos, de paseo por la ciudad de los muertos

Todos los días, hasta el lunes 31, se realiza una visita guiada gratuitas al cementerio de Pereiró para un grupo de veinticinco personas (arriba, la comitiva de ayer, encabezada por la guía caracterizada como Concepción Arenal).
photo_camera Todos los días, hasta el lunes 31, se realiza una visita guiada gratuitas al cementerio de Pereiró para un grupo de veinticinco personas (arriba, la comitiva de ayer, encabezada por la guía caracterizada como Concepción Arenal).

Pereiró acoge una visita guiada al día hasta el próximo lunes en un recorrido de dos horas organizado desde el Concello

n n n Una comitiva algo más de veinte almas transitan cada tarde, a partir de las 19 horas, por las calles del cementerio de Pereiró. Cada uno porta un farolillo para dar luz en las tinieblas y una rama de olivo como ofrenda a los muertos. A las puertas, los visitantes son recibidos por la escritora y abogada Concepción Arenal; María del Carmen Martínez Enríquez y Montenegro, la marquesa de Valladares y el héroe de la Reconquista, Bernardo González del Valle, ‘Cachamuíña’.
Las tres guían al grupo por los principales atractivos del campo santo. La primera parada será en los mausoleos de personajes como la propia Concepción Arenal, pero también benefactores como Sanjurjo Badía o Policarpo Sanz, políticos como Elduayen y empresarios como Tomás Mirambel, Estanislao Durán o Moisés Álvarez O Farril. Cada uno dejó su huella en la ciudad, muchos dan nombres a calles y todos trasladaron su poder y su estatus social a la tumba. Así, buena parte de los templetes, palacetes y capillas pertenecen a esta familias, construidas siguiendo las modas arquitectónicas del momento.  El itinerario continúa por la calle central, cuando de repente aparece un coche fúnebre de época, envuelto en el replicar de las campanas. Con la noche encima, el ruido del motor sorprende a más de uno. Un Doge D5 restaurado de 1938 sirve como excusa para explicar los entierros de principios del siglo pasado. En Pereiró se esconde la tradición viguesa de las industrias conserveras, con las tumbas de Massó, Curbera o Alfageme; el peso de los conflictos bélicos con el monumentos a los Repatriados de Cuba y Filipinas, pagado por Cruz Roja y la tumba de ‘Cachamuíña’ o la huella de personajes como el maestro Elías Pérez Martínez o el cineasta Cesáreo González. Una vez, la historia de las tres hijas del fotógrafo Sarabia, fallecidas de niñas por la gripe, vuelve a conmover a los presentes al paso por el tétrico y bello conjunto escultórico de Asorey. 
La despedida de la ciudad de los muertos tiene lugar en el Xardín da Memoria Histórica (antes del cementerio civil). Allí comparten espacio republicanos fusilados como Martínez Garrido o  Heraclio Botana, junto a Ricardo Mella, la colonia de alemanes y seguidores del Islam.
Para participar hay que inscribirse en la oficina municipal de turismo de Cánovas del Castillo.n

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