Sólo desde el mes de octubre, la Policía Nacional y Local han detenido a una treintena de individuos como presuntos responsables de hasta 25 robos con fuerza o violencia cometidos en establecimientos y viviendas de la ciudad. Desde una pastelería, a un supermercado, una joyería, una oficina de correos o una farmacia, los ladrones tratan de llevarse dinero de forma rápida y sin correr muchos riesgos. De esta manera, en los primeros quince días de noviembre, los arrestos se han situado ya en uno cada dos días.
Aunque siguen siendo mayoría los delitos sin violencia, en el último semestre, a falta de mes y medio, en cerca de un 15% de situaciones, los asaltantes utilizaron diversas armas para intimidar, principalmente cuchillos o navajas, pero también pistolas (simuladas) y otros objetos punzantes como un destornillador. Así lo corroboran los informes de arrestos policiales. Ocultando su rostro y actuando muy deprisa logran llevarse el botín y huir del local, un ‘modus operandi’ más propio de los años 80 y ligado al consumo de drogas que al de especialistas en busca de grandes cantidades de dinero. De hecho los botines sustraídos han sido cantidades por debajo los 1.000 euros, e incluso algunos de menos de 100 euros.
Esas similitudes con los ‘golpes’ del pasado no son casualidad si se tiene en cuenta que cerca del 25% de los detenidos desde junio contaban con más de una decena de antecedentes, algunos por encima de los 20, y su edad era superior a los 45 años.
Entre los robos con violencia también destacan los famosos “tirones” dirigidos a personas de edad avanzada, el más reciente, a una mujer octogenaria cuando se dirigía a votar el pasado 10-N.n