Gregorio Espino es el límite entre una de las zonas más ricas de la ciudad y otra, con una de las medias más bajas en los ingresos por casa. Según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el informe publicado el 11 de septiembre, en 2018, el tramo de Urzaiz que va desde el cruce Los Llorones a Gregorio Espino tiene una renta per cápita por hogar de 42.537 euros, mientras que a la zona peatonal le corresponde una media de 23.357 euros por unidad familiar, un 45% más baja. La situación se suaviza en los datos por persona con una media de 16.119 euros, frente a 9.928 euros, un 39% menos.
Esta diferencia de ingresos tan solo la separa una calle, sin embargo en el día a día, los vecinos no siempre notan esa diferencia. En la parte alta se encuentra la única tienda de Cáritas en Vigo. Con un precio módico de cinco euros, su responsable Maite Rodríguez asegura que tienen clientes de todos los puntos de la ciudad: “Hay personas que vienen a comprar cantidad porque necesitan ropa y hay los que con mayor poder adquisitivo solo buscan prendas de marca a buen precio”. El pan es un producto de primera necesidad, sin embargo en ambos lados hay panaderías pertenecientes a franquicias, por lo que los precios son iguales que el resto de la ciudad. Una de las dependientas del despacho de la zona peatonal señala que la diferencia se nota en las ventas. Se demandan más barras de pan o bollos que pasteles.
Paula Domínguez es vecina de O Calvario, trabaja en la zona con menor poder adquisitivo y señala que pese a todo los alquileres son muy altos: “Un piso pequeño ronda los 500 euros al mes”.
El precio de las rentas también es un tema delicado en la zona de mayor renta. Así, Ceo Medraño lleva once años con un solarium: “El precio del local es alto y los pisos también, son edificios viejos, sin calefacción y cobran demasiado”.
La diferencia de renta per cápita no se ve reflejado en el coste de las consumiciones en hostelería. “En esta zona, tanto de Gregorio Espino hacia arriba como hacia abajo me han cobrado más por un café que en cualquier otra parte de Vigo hasta 1,50 euros”, afirma Yineth Caisedo, que considera que depende más los locales que de la situación. social Trabaja en un locutorio en la zona privilegiada, donde se venden productos latinos: “Los precios son un poco más altos, pero porque son artículos especiales, que no hay en muchos sitios”.
José Antonio Rodríguez abrió hace unos meses una zapatería cerca de Los Llorones. Pese a su ubicación, asegura que sus clientes son trabajadores, con rentas medias-bajas: “Los de alto poder adquisitivo tienen sus propios proveedores”.
Beatriz lleva 20 años viviendo en el cruce de Urzaiz con Pizarro, no suele pasar de Gregorio Espino. “Aquí se hace vida de barrio, es cómodo, los vecinos son los de siempre, no ha habido mucho cambio”. Mónica, que se mudó el año pasado a un piso junto al mercado de O Calvario, ve mucho dinamismo en la calle. Cree que en su zona los nuevos residentes, mayoritariamente jóvenes, conviven con vecinos de toda la vida, de edad avanzada.
Este linde entre zonas adineradas y zonas más humildes se repite en el Casco Vello, con Pi y Margall y O Berbés, separados por el Paseo de Alfonso. A nivel ciudad, es la Carretera Cortada de Canido la calle más rica, con 72.932 euros por familia (24.038 por persona), frente a Oliveira, en Teis, que registra los parámetros más bajos, 22.324 por hogar (8.446 por persona). Aún así, estos son datos estadísticos que no siempre coinciden con la apreciación de los residentes.
