La dirección de la Autoridad Portuaria (APV), con su presidente Enrique López Veiga, se entrevistó ayer en Madrid con una delegación de empresarios de la naranja de Sudáfrica, a los que expuso las posibilidades reales de Vigo como puerto de entrada de la fruta en Europa. El encuentro se produjo en la feria monográfica que se está desarrollando en la capital de España, donde la APV acompañó a los empresarios vigueses de la fruta, destacando la firma Fresh Port, que cuenta con una terminal adecuada. Según señaló López Veiga, hay opciones serias para que en la próxima temporada -el invierno austral, a partir de mayo- puedan llegar hasta 40.000 toneladas sudafricanas, que hoy se distribuyen en Europa a través de Rotterdam y de Sines, en Portugal. Para ello ofreció las instalaciones existentes y la mejora en el PIF de Guixar, en fase de ampliación, así como la eliminación de problemas administrativos y burocráticos que en el pasado castigaron al puerto vigués en importaciones. Y en concreto de naranjas. No obstante, el asunto no está zanjado, aunque parece bien encaminado.
A día de hoy, en Galicia, Marín se ha quedado en la práctica totalidad de estos tráficos y en 2018 movió 139.425 toneladas, 14.000 más que el año anterior. Vigo, en cambio está muy lejos y ha pasado a un total de 18.454 toneladas, apenas 900 más que en 2017, una cifra muy lejos de las previsiones realizadas por Fresh Fruit cuando pusieron en marcha el negocio. Incluso Vilagarcía ha crecido de forma espectacular: de apenas 4.700 toneladas ha pasado a 10.250 y subiendo. El día anterior, el Puerto de Marín señaló en Madrid que se ha convertido en el centro logístico por excelencia para los tráficos de fruta en el norte ofreciendo un servicio integrado con conexión marítima directa, almacenaje, clasificación y distribución a toda la Península. n
