Ramón Alonso preside tanto la Asociación de Empresarios de Transporte de la provincia (Asetranspo) como la Federación Gallega de Transportes de Mercancías (Fegatramer), siendo una de las voces que mejor conocen la situación de un sector que padece una elevada falta de mano de obra y se mantiene muy atento a qué ocurrirá con los peajes en la autopista AP-9.
¿Hay una falta real de transportistas?
Hay una falta en España, en Europa y en el mundo. Es por algo que se viene cociendo desde hace años: fue deteriorándose la profesión, los precios que cobramos a nuestros cargadores no son los adecuados y eso hace que no podamos pagar lo que se merece el personal. Se está pagando lo que no se estuvo haciendo bien en los últimos años. Luego hay otro problema añadido, cómo tratan a nuestros conductores algunas empresas. Todo eso influye en que sea menos atractivo el trabajo en este sector, pasa demasiadas veces y en demasiados sitios.
Viendo lo que ocurre en Reino Unido, ¿puede pasar en España?
Seguro que va a pasar y en menor medida están pasando. En Reino Unido esto se agrava porque los transportistas necesitan un pasaporte, un visado, es un país tercero. Fue una decisión de su Gobierno y ahora lo están pagando.
Ante la campaña navideña, ¿podrían producirse consecuencias de este tipo?
No es tan fácil encontrar gente como hace cinco años. El sector está mal pagado, las empresas no cobran, no pueden pagar y los empleados buscan otro tipo de vida, es algo lógico. Empezamos a ver empresas españolas que traen a gente de fuera para trabajar. Estos días ha llegado una oferta de una empresa de Colombia que se pone a disposición de los empresarios españoles para enviar miles de conductores con experiencia. Puede ser una solución. Estamos hablando de que se necesitan entre 10 y 15.000 conductores en los próximos tres año, 5.000 en muy poco tiempo. La solución definitiva a todo esto es que cambien la forma de trabajar y los precios.
Los precios del combustible llevan meses incrementándose, ¿cómo les ha afectado?
Con el precio del gasóleo, que subió más de un 20% en el último año, si tú tienes un precio pactado con un cliente de enero a enero y a ‘mitad del partido’ se encarece el combustible te pueden arruinar. Algunos dicen que el que tiene cien coches aguanta, pero el que los tiene, está con cien problemas. Es un problema para pequeñas, medianas y grandes, muy difícil de soportar.
En cuanto a la AP-9, ¿ha mejorado la situación del sector con las bonificaciones?
Pensábamos que serían más. Vino el ministro Ábalos y nos dijo que se bonificaría el 50%. En Andalucía y en Cataluña o en la zona de Zaragoza han dejado de cobrar el peaje. Cero. Se sacaron las cabinas, pero el 50% para los transportistas gallegos se quedó en un 20. Que 2,8 millones de gallegos paguen más que los andaluces o catalanes perjudica no solo al transportista, también al productor de leche, madera, marisco… Los empleados y dueños de esas empresas son los perjudicados al tener que pagar más por la logística que por el producto en sí.
La UE señaló que la prórroga en la AP-9 no fue legal, ¿qué opina?
Un tirón de orejas desde Europa tiene que sentirse. Se dieron 39 años de concesión a una empresa por construir la autopista, aceptó y por dos ampliaciones mínimas se le prorrogó por casi el mismo periodo. Ahí algo anormal hay, sobre todo la legalidad de dársela sin subasta.
¿Ve factible la gratuidad de la AP-9 a corto plazo?
Si la prórroga se terminó en 2012, en el 13 ya no se podía cobrar. Si no es legal, por lo tanto es ilegal. Estaré encantado de pasar la factura de mis peajes desde 2013. En mi caso, yo pago 8.000 euros al mes en peajes en mi empresa, pero hay gente que paga diez veces más. No es poca cosa. Si son ilegales, vamos a reclamarle al Estado o a Audasa. Si Audasa tiene donde escaparse, tendrá que ser el Estado porque UCD prolongó la concesión, el PSOE con Felipe González y el PP con Aznar. El que mete la pata tiene que pagar.
También está pendiente la Ciudad del Transporte en Vigo, ¿hay novedades?
Hay mucha literatura, pero yo no veo nada tangible. No puede ser que un transportista sea de donde sea, llegue y no sepa dónde tiene un lugar con servicios para él. En el siglo XXI no debía de pasar, es tercermundista. Con la pandemia dijeron que éramos la ‘leche’, ahora ya no tanto. Estas son las cosas que hacen que la profesión no sea bien vista. Llevamos más de 25 años pidiéndolo. En Vigo hace falta una zona para más de mil vehículos, hay masa crítica que luego te encuentras aparcadas en carreteras secundarias. Algunos incluso con mercancías peligrosas, el día que haya un problema a ver a quien se le piden responsabilidades.
