CRISIS DE NATALIDAD

Las madres con más de 40 años se quintuplican en los últimos diez años en Vigo

Embarazadas, asistiendo a una “clase” de preparación en el hospital Álvaro Cunqueiro.
photo_camera Embarazadas, asistiendo a una “clase” de preparación en el hospital Álvaro Cunqueiro.
La maternidad tardía se acentúa junto a la caída de nacimientos.  Las mujeres que tienen hijos cumplida la cuarentena triplican a las que dan a luz con menos de 25 años. Los partos de veinteañeras son cada vez más excepcionales: el grueso está entre los 30 y 39. “Los partos son ahora más complicados”, señalan los especialistas del Cunqueiro

Cada año, un paso adelante, y cada vez más lejos y más tarde. El porcentaje de madres a partir de los 40 en las dos áreas sanitarias de la provincia, Vigo (que supone el 70 por ciento del total) y Pontevedra-Arousa, crece sin parar, al mismo ritmo que decrece el número de mujeres que llegan a la maternidad antes de los 25. Las cifras resultan asombrosas en todos los sentidos: en cuando a la caída infinita de la natalidad, en su momento histórico más bajo y en una tendencia que no parece fácil de revertir. Y en el incremento excepcional de la maternidad tardía, cada vez un poco más. Diez años atrás, las menores de 25 años suponían todavía el 14 por ciento de todas las parturientas en ambas áreas sanitarias, en tanto que la maternidad a partir de los 40 era excepcional, menos del tres por ciento del total. En 2021, último dato certificado, la situación ha dado un vuelto absoluto: ahora las mujeres que han cumplido los cuarenta son en torno al 16 por ciento. Es decir, que en una década se han multiplicado por cinco las viguesas que han cogido el último tren. En algunos casos, de forma muy llamativa: porque entre las 835 -sobre un total de 5.433- hay que hacer subdivisiones: de 45 a 49 fueron 70 las que se atrevieron a dar el paso, pero lo más llamativo es el fuerte incremento de las mujeres que ya habían cumplido los 50: fueron 11 en total, una cifra nunca antes alcanzada y que probablemente se repetirá y superará en el futuro gracias al avance de las técnicas de reproducción. Entre 1996 y 2009 solo hubo cuatro mujeres madres en los 50. A partir de 2015 comenzó un crecimiento constante, entre dos y cuatro partos “extremos”, que el pasado año ha coronado, hasta el momento. Un ejemplo bien conocido es el de la alpinista y exconcejala Chus Lago, quien en 2020 fue madre, con 55 años cumplidos.  Como ella misma dijo, “hay cosas en mi vida que han llegado afortunadamente tarde”, En su caso, su hijo Solomon, que le dio un giro completo a su vida no solo en lo profesional sino también en lo personal.

 

 

 

Lo cierto es que han sido las mayores posibilidades que permiten las técnicas de reproducción las que han permitido este cambio, que se basa en cuestiones sociales y económicas. La precariedad laboral y la carrera profesional, entre otras muchas circunstancias, han conducido a retrasar la maternidad o directamente a renunciar a ella, según señalan expertas, lo que conduce al envejecimiento y la pérdida de población. 

El otro lado de la moneda son las madres jóvenes, cada vez más escasas. Si en 2002 suponían el 14 por ciento de todos los partos, entonces con más de un millar al año, en 2021 fueron 299, menos de un tercio, el cinco por ciento de todos los nacimientos de ese año. En cifras absolutas, hay ahora casi el triple de madres mayores de 40 que menores de 25, que sería la edad idónea para los partos, por cuestiones puramente fisiológicas. 

El caso de Vigo no es único, pero sí el más llamativo de la red sanitaria gallega. En otras áreas sanitarias, como en la vecina de Ourense, la subida ha sido importante, pero no tan brutal, al duplicarse en estos diez últimos años el porcentaje de mujeres que deciden ser madres a partir de los 40.

Las partos de veinteañeras, antes mayoría, son cada vez más excepcionales

Las cifras registradas a lo largo de los años permiten comprobar cómo ha sido la evolución, excepcionalmente rápida. Por ejemplo, a finales del pasado siglo el porcentaje de madres cuarentonas en Vigo era ínfimo, ni el tres por ciento del total, una total excepcionalidad. Y de eso hace menos de 25 años, suficientes para darle la vuelta. Y no solo hay cada vez más viguesas que llegan a la maternidad en los 40, sino que al mismo tiempo los partos de veinteañeras se han convertido una excepción. La media se sitúa en la franja entre 30 y 39 años: el año pasado 2.575 nacimientos en la treintena en el Cunqueiro, con tendencia a estar por encima de los 34 años de promedio.

Como ya informó este diario, en 2017 la sanidad pública viguesa atendió un 11 por ciento de mujeres que ya habían cumplido los 40 años. En 2010 apenas eran el 8 por ciento. Es decir, que el avance es muy rápido y sin parones ni retrocesos.  De momento, atendiendo a los registros del último ejercicio certificado, el grueso principal de partos en el Cunqueiro, donde nace más de 93 por ciento de todos los niños del área sanitaria, se da entre los 30 y los 39 años (2.575 el pasado año).  Mientras las viguesas -el área sanitaria, 26 ayuntamientos- que deciden ser madres ya en los cuarenta no dejan de aumentar, los partos de menores de 19 años se han convertido en menos que una anécdota: solo 4 casos, una joven de 15, otra de 16 y dos de 17, el 0,1 por ciento del total, rozando el cero absoluto. En 2002 hubo 28 jóvenes madres de menos de 20. En 1998, el registro más antiguo certificado, hubo casi un 4 por ciento de menores de 20 años, muchas más que las mayores de 40, entonces el tres por ciento.

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