JAVIER DOMÍNGUEZ LINO Presidente de Sogama, la sociedad pública que gestiona la eliminación de residuos urbanos

'La planta de Guixar lleva 26 años en el mismo sitio y la previsión es que siga'

Javier Domínguez ante la planta de clasificación de envases, donde llega la bolsa amarilla.
photo_camera Javier Domínguez ante la planta de clasificación de envases, donde llega la bolsa amarilla.
nnn  Javier Domínguez Lino acaba de "renovar" -confirmado en el cargo, donde lleva seis años- como presidente de Sogama, la empresa pública que gestiona la eliminación de los residuos urbanos. Vigo es su principal cliente, desde la planta de Guixar, que en el pasado tuvo un papel principal en la historia local. Hoy es una más del complejo ambiental y según anuncia Domínguez Lino, seguirá donde está ahora mucho tiempo más.
En el pasado se contempló desarrollar una llamada "Sogama del Sur" (se planteó Mos). ¿Es una propuesta definitivamente descartada o se puede rescatar?
Es un proyecto totalmente descartado. Sogama tenía un problema de capacidad para tratar en condiciones óptimas todos los residuos que recibía anualmente en sus instalaciones (el Complejo Medioambiental de Cerceda estaba dimensionado para procesar 550.000 toneladas anuales de residuos y Sogama venía recibiendo más de 800.000). ¿Qué implicaba esto? Pues que el excedente que no se podía gestionar en el Complejo debía depositarse en vertedero.
Se barajó entonces la posibilidad de ubicar una segunda planta en el sur de Galicia pero los ingresos económicos por la venta de energía no hacían viable la planta. A esto habría que añadir la fuerte contestación social que comenzó a emerger en la zona sur por parte de determinados grupos políticos y sociales hacia esta iniciativa, con la que se pretendía precisamente descentralizar el tratamiento de los residuos y aplicar el principio de proximidad. Ante esta situación, se decidió acometer la ampliación del Complejo cercedense en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas a 1.000.000.  Sogama, a día de hoy, no solo tiene capacidad para tratar de forma óptima los residuos urbanos producidos por los 295 ayuntamientos adscritos a su sistema, sino incluso los residuos urbanos producidos en toda Galicia. Dentro de esta ampliación, hemos puesto en marcha una nueva planta para la recuperación de materiales contenidos en la basura en masa, que o permite separar de forma automática plásticos, papel/cartón, vidrio, briks, para posibilitar su posterior reciclado, y hemos remodelado la antigua planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, que ha ganado en eficiencia. Sogama incrementará su aportación al reciclaje y avanzará al vertido técnico cero, solo depositará en vertedero aquella parte de la basura que no se pueda reciclar ni valorizar energéticamente.
¿Habrá nuevos contenedores, como el marrón, para reciclar y clasificar los residuos?
Sí, la valorización de la materia orgánica a través del compostaje constituye una prioridad a nivel europeo y los ayuntamientos quedan obligados a implantar, en unos determinados plazos, el quinto contenedor, de color marrón, para que los ciudadanos puedan depositar en el mismo los restos orgánicos. 
Sogama puso en marcha, en Cerceda, una planta de compostaje industrial, y será también Sogama quien se encargará de construir y operar tres plantas de biorresiduos que se ubicarán en las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra. 
El sistema actual de tratamiento de residuos de Sogama ¿es viable a largo plazo o se prevén cambios a 10 o más años vista?  
Sogama ha dado un salto cuantitativo y cualitativo con la ampliación del Complejo, toda vez que, como apuntaba anteriormente, cuenta ya con capacidad para tratar todos los residuos urbanos producidos en la comunidad. Pero el compromiso de esta empresa es el de mejora continua, tanto a nivel industrial como social. Además de las tres plantas de biorresiduos que construiremos y gestionaremos en Galicia, acometeremos mejoras de calado, sobre todo en las plantas de transferencia más pequeñas, para que ganen en capacidad y mejor servicio; seguiremos ampliando el compostaje doméstico; intensificaremos las campañas formativas y divulgativas en torno al consumo responsable y las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje); y nos implicaremos de lleno en la innovación tecnológica. 
¿Qué porcentaje de los residuos urbanos consideran que tendrían que ir al reciclaje?
El mayor porcentaje posible, pero debe tenerse en cuenta que hay materiales difíciles de reciclar. Es por ello que se está dando especial protagonismo al ecodiseño, es decir, que los productos se diseñen teniendo en cuenta su ciclo de vida y que sean fácilmente reciclables una vez agotadas sus prestaciones.
La nueva planta de recuperación de materiales resulta clave en esta tarea.  Equipada con los mecanismos de selección automática más modernos, logra separar hasta 11 tipologías de materiales depositados erróneamente por el ciudadano en el contenedor verde convencional y que deberían haberse introducido en otros recipientes para propiciar su reciclado. Insisto en que esto es un trabajo colaborativo. Si hay una correcta selección en el hogar, el reciclaje será más exitoso. De no haberla, será más complejo porque si los residuos llegan a Sogama contaminados y mezclados con materia orgánica, su reciclado va a revestir mayores dificultades. Las tasas de reciclado son aún bajas en el conjunto del territorio español. El reciclaje y el compostaje suman el 33%, y todavía el 54% de los desechos se llevan a vertedero cuando Europa ha establecido que, en 2035, solo se podrá depositar en vertedero el 10%. Galicia ya es un ejemplo a seguir, en Sogama, el vertido directo tan solo llegó el pasado año al  4%.
¿La planta de Guixar sigue en el mismo sitio donde se instaló en 1994. Han pasado 26 años, ¿funciona bien, hay que cambiarla, o ampliar? ¿Se plantea su traslado a otro punto, como planteó incluso la Autoridad Portuaria?
La planta de transferencia de Guixar lleva 26 años en el mismo emplazamiento y la previsión es que siga en el mismo sitio porque está dando un buen servicio, tiene una ubicación estratégica, conexión directa con el ferrocarril y los residuos producidos en la ciudad, tanto los del contenedor verde genérico como los del amarillo, se están transportando a Cerceda de la forma más eficiente y con el menor impacto ambiental. Por tanto, mover la planta a otro punto no tiene sentido. El tiempo ha venido a demostrar que esta instalación era absolutamente necesaria y que, gracias a ella, Vigo pudo dejar de utilizar su vertedero, proceder a la regeneración del mismo y tratar sus desechos de forma sostenible. No obstante, habrá mejoras en las plantas para un mejor servicio y Guixar será una de ellas. n

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