VIGO

Paralizado el núcleo duro empresarial en Vigo

Las obras de la construcción de la rampa de Gran Vía, una de las más significativas de Vigo, ayer ya paralizadas y sin obreros.
photo_camera Las obras de la construcción de la rampa de Gran Vía, una de las más significativas de Vigo, ayer ya paralizadas y sin obreros.
Cesa la actividad en astilleros, construcción y metal mientras trabajan conserva, pesca y puerto. Los empresarios lamentan la improvisación del Gobierno y le exigen que rectifique.

Vigo es mucho más ciudad fantasma de lo que era el fin de semana. Los astilleros acaban de cerrar en su totalidad, el metal colgó los monos de trabajo, la automoción echó el freno por completo y los obreros se bajaron de los andamios. El núcleo duro de la industria y de la construcción se paralizó por completo tras decretar el Gobierno que no eran considerados servicios esenciales y que su cierre es obligatorio hasta el 9 de abril para frenar el avance de la pandemia. Ni siquiera hizo falta la moratoria concedida para el lunes a aquellas empresas que no pudieran cesar los trabajos de manera inmediata. 
 El naval -que emplea en Vigo a 7.500 trabajadores- ya llevaba días flaqueando con algunos astilleros planteando ERTEs y bajo mínimos. Este lunes ya tenían todos echado el cierre, constata la Asociación Clúster Naval Gallego (Aclunaga). 
La automoción también echó el freno al cien por cien. En las últimas horas se sumaron al cierre las pocas auxiliares que aguantaban con algo de actividad para el extranjero ya que PSA y el resto de fabricantes de coches en España llevan tiempo parados. Los más de 22.000 empleos que genera en Galicia -el núcleo duro en la comarca viguesa- están afectados por un ERTE en su gran mayoría. 

La construcción ha puesto en cuarentena todas las obras que se estaban acometiendo en Vigo, como las de Vialia o las humanizaciones en Gran Vía y Puerta de Sol, y también la construcción de edificios o incluso pequeñas reformas. "Todo parado", confirma la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP). Son unos 12.000 trabajadores en la comarca, de los que un pequeño retén se dedicaba ayer a recoger material y clausurar las obras para mantener la seguridad en las dos próximas semanas. 
El sector del metal, que emplea a 67.000 personas en toda Galicia -más de la mitad en la provincia-, está prácticamente todo afectado por la nueva restricción del Gobierno. El 80% está paralizado, confirma la patronal Asime, y sólo trabajan las industrias vinculadas a servicios esenciales como energía, agua, alimentación, sanidad, telecomunicaciones y reparaciones de maquinaria. La industria del metal incluye metalmecánica, automoción, transporte, naval, energías marinas, construcción y estructuras metálicas.
El parón ahora generalizado y extendido en la mayor parte de la economía viguesa comenzó hace 15 días tras decretar el Gobierno el estado de alarma nacional. Las primeras víctimas fueron el comercio, hostelería y restauración, obligadas a echar el cierre desde el primer minuto y condenadas a los despidos, en su mayoría temporales. La figura del ERTE exprés por fuerza mayor a causa del coronavirus provocó una oleada de tramitaciones en toda Galicia. Ayer, la Consellería de Emprego e Industria contabilizaba un total de 9.057 ERTE en la provincia de Pontevedra y más de 56.400 trabajadores afectados, la gran mayoría en la comarca de Vigo.

Te puede interesar