La crisis económica derivada del covid ha provocado cierres de locales comerciales por toda la ciudad. Así lo certifican los profesionales del sector inmobiliario de Vigo, un fenómeno muy pronunciado en las calles céntricas de la ciudad pero que acarrea mayores inconvenientes en los bajos ubicados en los barrios de la periferia. “En los últimos meses ha aumentado el número de bajos comerciales tanto en alquiler como en venta. Hay muchos negocios que se han visto obligados a cerrar por la crisis sanitaria, principalmente tiendas minoristas y locales de hostelería. Es una tendencia que se ha acelerado, pero ya estaba presente por el efecto de las grandes superficies y centros comerciales en la ciudad”, explica Diego Rodríguez, responsable del departamento de Commercial en la inmobiliaria Engel & Völkers.
En cuanto a la incidencia de esta crisis sobre la oferta inmobiliaria, Pablo Campos, de Beneite Inmobiliaria, señala que “en todo Vigo hay otra vez una oferta muy elevada de bajos comerciales y oficinas, al contrario de lo que ocurre en cuanto a vivienda residencial”. Para Campos, este aumento en el número de locales a la venta y en alquiler se traduce como “un síntoma de que las cosas no están yendo bien”, poniendo como ejemplo el entorno de Príncipe a la calle Progreso “una zona que increíblemente está muy desierta con locales y oficinas cerradas a la espera de un nuevo uso”.
En el caso de los locales ahora vacíos en el centro de Vigo, los expertos en materia inmobiliaria aseguran que no habrá tanto problema para encontrar nuevos propietarios o arrendatarios: “Los cambios en la propiedad en el centro de la ciudad se realizan con una mayor rapidez, es distinto en la periferia, donde también aumentan todavía más el número de locales a la venta por los cierres de negocios que eran algo más frágiles”, indica Diego Rodríguez.
Y a mayor oferta, más competitividad en los precios. Las dificultades que está originando esta segunda ola de la pandemia también se están haciendo notar en el bolsillo de aquellos interesados en adquirir o alquilar un bajo comercial, llegándose a rebajar entre un 25 y un 50% el importe inicial solicitado por los propietarios. “No todos los propietarios están dispuestos, pero una gran mayoría acceden a una bajada de lo precios. Si éstos son consecuentes a las posibilidades económicas de los interesados estamos viendo que siempre hay salida para el bajo”, afirma el responsable de Commercial de Engel & Völkers, inmobiliaria en la que aconsejan a sus clientes “una bajada de los precios o fijar unos condicionantes a varios años vista para poder dar salida al inmueble en una situación irreversible por el coronavirus”.
Si bien estas renegociaciones en los precios llegan a suponer rebajas de hasta el 50%, este porcentaje fluctúa dependiendo del tamaño y ubicación del local, aunque “un descenso menor del 25% actualmente no supone un aliciente real para ese posible arrendando interesado con hacerse con el inmueble”, reconoce Diego Rodríguez.
La Navidad impulsa los alquileres en el centro para instalar tiendas efímeras
Ante una mayor oferta de locales comerciales y oficinas en alquiler y a la venta por la crisis sanitaria, la temporada navideña sí está impulsando el interés por alquilar un local en las calles más céntricas de la ciudad pero de forma limitada. Las tiendas efímeras, conocidas en inglés como “pop-up stores”, son establecimientos que abren por un tiempo limitado y en el caso de Vigo, el reclamo de las luces parece ser el mayor atractivo.
“Recientemente hemos tenido tres casos. Se interesan por locales muy céntricos, donde se desarrolla todo lo relacionado con la Navidad en Vigo”, destaca Pablo Campos. Desde Beneite Inmobiliaria explican que esta nueva tendencia está motivada por el éxito de público atraído por la Navidad de Vigo durante los últimos dos años. “Su intención es estar en el centro en plena campaña navideña, temporada alta para el comercio. Son alquileres por unos meses y principalmente la intención es montar comercios o locales orientados a la hostelería de forma puntual”, apunta Pablo Campos.
A pesar de que el cierre prematura de estas tiendas pueda entenderse como un fracaso comercial a ojos del público general, su propósito es eminentemente temporal y rentable puesto que se aprovechan del pico de ventas que se producen por estas fechas. Todavía queda por ver qué futuro le deparará a la campaña navideña de este año tras las restricciones para frenar al covid, pero aún así este tipo de arrendamiento suponen un gran atractivo para los dueños bajos comerciales: “Al tratarse de temporada alta estamos hablando de un incremento importante en los precios del alquiler, depende de lo que se acuerde con el propietario, pero por tres o cuatro meses en ese local se cobra mucha más que con un alquiler convencional, más todavía si hablamos de la ‘zona premium’ en el centro donde de por sí los precios están fuera de mercado”, reconocen desde Beneite Inmobiliaria.n
