Un pan con QR (casi) corona a Pandemonium

Diego Marín, delante de su mesa de presentación en el concurso disputado en Barcelona.
photo_camera Diego Marín, delante de su mesa de presentación en el concurso disputado en Barcelona.

Su propietario Diego Marín quedó finalista en el nuevo campeonato The Baker, el más exigente celebrado a nivel nacional 

La panadería Pandemonium y su propietario, Diego Marín, no dejan de cosechar premios y alabanzas. Tras ser seleccionado en 2021 como el mejor panadero de España, este tinerfeño de nacimiento pero vigués de adopción a punto estuvo de conseguir otro galardón para su estantería: el The Baker. Premio originado en Francia, donde muestran una devoción por el pan y que en su primera edición en España tuvo a Marín como gran animador pese a quedarse a pocos puntos del primer puesto. 

“Es un campeonato super exigente, mucho más que el que disputé en el nacional. Éramos más de 40 y quedamos finalistas tres panaderos, uno de Chiclana, otro de Santiago y yo”, apuntó Marín, que se sorprendió de la exigencia de la prueba hasta tal punto de tener que hacer un examen teórico: “Te preguntaban cosas sobre biología, bacterias o fermentación. Considero que si quieres ser el mejor tienes que saber esas cosas porque, si ganas este premio, eres el crack de los panaderos españoles”. 

La presentación de la mesa que realizó Marín tuvo un producto estrella: El Tintococum. Un pan hecho con higo tuno tinto, originario de Canarias, que incluía en su etiquetado un QR donde el cliente puede consultar todos sus nutrientes y propiedades. “Llevaba algunas semanas comercializándolo y lo tenía muy trabajado, por eso lo presenté. Además, el jurado alucinó al ver el QR”, señaló el dueño de Pandemonium, que recalcó que “esos detalles son los que marcan la diferencia”. 

El premio The Baker al finalista, que lucirá en la vitrina de Diego Marín.
El premio The Baker al finalista, que lucirá en la vitrina de Diego Marín.

Quedar segundo, sin embargo, incentiva a Marín a seguir intentándolo para el próximo año, aunque cuenta con la dificultad de la falta de tiempo, debido a su desbordante trabajo en su obrador: “Me dijeron que con algo más de preparación, el premio era mío seguro. El ganador tiene a muchos trabajadores y pudo preparar el campeonato durante 3 meses y yo eso no me lo puedo permitir”. 

Marín perseguirá el premio The Baker y también el campeonato nacional, que intentará reeditar el próximo febrero. Y lo hará con “trabajo duro y aprender de los errores. Me interesa el premio por el ego profesional, siempre quiero ser el mejor”.

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