José Carlos Fernández-Cervera declaró esta mañana ante el Juzgado de Instrucción 2 de Tui que sigue la causa por la desaparición y muerte de su hija en 2002.
Tras casi una hora de interrogatorio, se mostró satisfecho y esperanzado aunque reconoció que es un caso difícil en el que “hay muchos indicios pero ninguna prueba concluyente”. El padre de la joven de Alcabre confía en que citen a declarar a más personas para saber de qué hilos poder tirar.