Otra imagen para el complejo de CZF en López Mora

Imagen del proyecto ganador de Zona Franca.
photo_camera Imagen del proyecto ganador de Zona Franca.
Zona Franca (CZF) plantea un cambio radical para su edificio de López Mora, que retoma como centro de negocios y otros servicios

Zona Franca dio ayer a conocer el anteproyecto con el que planea transformar sus instalaciones en López Mora. La propuesta ganadora del concurso fue la del estudio de arquitectura Carme Pinós, que plantea reformar los edificios para albergar un nuevo centro de negocios, laboratorios, zonas verdes, tiendas o un restaurante. El espacio de López Mora retomaría así el uso que se planteó inicialmente cuando fue comprado por Zona Franca en 2020 por 12 millones de euros.

La propuesta, titulada “Novos fluxos”, tiene como objetivo convertir la parcela en un espacio público abierto, transitable y que comunique diferentes niveles y calles a través de un jardín. Por ahora se trata de un anteproyecto, que todavía podría sufrir pequeñas modificaciones antes de su redacción final, pero se estima un coste de las obras de reforma en torno a los 19 millones de euros.

La parcela cuenta con cuatro edificios. El de mayor tamaño, con acceso principal desde López Mora, albergará el centro de negocios que previsiblemente acogerá la sede de Sparc, la planta de chips fotónicos que se impulsa desde Vigo. También se incorporará un nuevo espacio abierto al público con uso de restaurante-cafetería y el núcleo de comunicaciones vertical para facilitar la accesibilidad hacia la nueva plaza, una biblioteca y el aparcamiento. El segundo edificio se destinará a aulas y usos de formación y ganará un acceso desde la nueva plaza al sótano 1 donde se ubica la sala de usos múltiples junto a las zonas de despachos y administración. Al nivel de la calle Tomás Alonso se plantea introducir también nuevos usos comerciales para reforzar la actividad comercial de la calle.

El tercer edificio, con acceso desde Tomás Alonso, albergará el laboratorio de comunicaciones cuánticas de la Universidad de Vigo. Además, parte de la de planta ubicada a cota de calle se destinará también a uso comercial como en el edificio 2. Por último, el cuarto edificio, en López Mora, dedicará sus plantas superiores a más espacios para el centro de negocios, liberando un espacio de doble altura hacia la planta sótano para albergar una sala multifuncional.

Como elemento de nueva construcción se plantea un nuevo aparcamiento subterráneo de cubierta ajardinada con accesos desde Tomás Alonso y Arquitecto Pérez Bellas, respectivamente que generará cien plazas para coches y cuarenta. 

“Vigo va a ganar un espacio verde y un centro empresarial”

El jurado, presidido por el delegado del Estado en la Zona Franca, David Regades, destacó como elemento diferenciador la decisión de introducir bajos comerciales hacia la calle Tomás Alonso, aprovechando la disposición de dichos espacios a pie de calle y en clara orientación hacia la zona de flujo universitario. El jurado consideró que la propuesta ganadora es la más acertada en cuanto a implantación, relación con el entorno, generación de espacios exteriores y comunicación entre edificios.

Asimismo, subrayó la elevación de toda la parte trasera de la parcela, que permite desarrollar en planta sótano un gran parking y pone en valor una nueva zona verde. “Vigo va a ganar un espacio verde, un centro empresarial, un centro tecnológico y de innovación”, destacó Regades, que añadió que “va a venir a la ciudad un gran despacho de arquitectos”. El estudio Carme Pinós es Premio Nacional de Arquitectura 2021. Entre sus proyectos recientes destacan la remodelación del centro histórico de Barcelona con obras como la fachada posterior del Mercado de la Boquería o el Edificio de Departamentos en el Campus WU de Viena. 

De la compra por la Universidad hasta la idea original

Zona Franca adquirió los inmuebles de López Mora 6, el antiguo centro informático de Caixanova el 18 de septiembre de 2020. Se trata de una propiedad que consta de cuatro edificios situados en una parcela de más de 8.500 metros cuadrados de superficie.

Desde un primer momento se planteó que este espacio ya se destinaría a albergar un centro de negocios con especial atención a I+D+i y a las nuevas tecnologías. Desde entonces hubo otras propuestas. Durante la pandemia empezó a ser utilizado como sala de lectura de la UVigo y en marzo de 2021 la Universidad planteó su compra a Zona Franca para destinarlo a una biblioteca y bajar titulaciones desde el campus para acercar la universidad a la ciudad. Sin embargo, tras realizar una encuesta interna, la UVigo decidió dar marcha atrás.

A partir de ahí, Zona Franca planteó que estas instalaciones albergasen la sede de la nueva planta de chips fotónicos que apoya el Consorcio y también el laboratorio de comunicaciones cuánticas de la Universidad. Ahora, más de dos años después se da una nueva vuelta a estos proyectos dentro de un centro de negocios que retoma el espíritu de la propuesta inicial. 

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