La oferta de alquiler toca fondo en Vigo con solo 400 pisos, menos que A Coruña

Un piso en alquiler, ayer, en el centro urbano de Vigo.
photo_camera Un piso en alquiler, ayer, en el centro urbano de Vigo.
Apenas cuenta con 400 viviendas disponibles en el circuito de arrendamiento y por vez primera hay menos que en A Coruña, pese a la diferencia de población

Nunca hubo tan pocas viviendas de alquiler tradicional en Vigo: apenas 435 a fecha de hoy, frente a algo más de 500 anotadas hace tan solo dos meses. Y en sentido contrario, nunca ha habido tantas de uso turístico (VUT) en Vigo, ya 1.100 y con la expectativa de acabar el año por encima de las 1.500, incluso llegando a 2.000, la cifra más alta entre todos los ayuntamientos gallegos tras Sanxenxo, que supera de largo los dos millares: pero se trata de un municipio cuya primera fuente de ingresos es el turismo. Datos que ponen de manifiesto la dificultad de acudir al arrendamiento, un camino que parece cada vez más difícil de transitar. Hasta tal punto, según los datos del stock de viviendas de Galicia, que por vez primera hay  más pisos en alquiler en A Coruña, un total de 515, que en Vigo, pese a la diferencia importante de población entre ambas ciudades, casi 50.000 habitantes más en la primera urbe gallega.

A este paso, conseguir residir en Vigo si no es una casa propia va a resultar misión imposible. De hecho, la federación inmobiliaria (Fegein) tiene datos aún más duros: según Fegein, las poco más de 400 viviendas teóricamente en alquiler serían muchas menos. Quizá rondando el cero absoluto.

“Hay que tener en cuenta que muchas de esas 400 no se alquilan porque o están en mal estado, en ruina, o se encuentran muy lejos del centro urbano, o su precio es demasiado elevado para la mayoría de los interesados”, explica Benito Iglesias, que preside Fegein y también la asociación viguesa inmobiliaria. “Viviendas de verdad en el circuito son muchas menos, porque algunos propietarios han decidido vender, otros, la mayoría, se pasan a las VUT, que tienen mayor rendimiento y más seguridad jurídica, y otros las tienen vacías o se las quedan para sí”, indicó.

Al mismo tiempo que cae en picado la oferta de arrendamiento, hasta límites nunca antes vistos, crecen no solo las viviendas turísticas, sino también el alquiler de habitaciones, una modalidad que va ganando terreno. En Galicia habría 745 en el circuito de comercialización, de las que 160 se encuentran en Vigo, otras 140 en Coruña y 120 más en Santiago.

Iglesias mantiene que todo o parte sucede como “efecto pernicioso” de la Ley de Vivienda, “reduciendo y encareciendo la oferta en alquiler en las principales ciudades de Galicia y reduciéndola aún más en los municipios medianos y pequeños donde la mayoría de propiedades son de personas de más de 65 años de edad y su desconfianza  a conflictos judiciales es aún mucho mayor”. La vivienda sigue siendo el vehículo preferente de ahorro. En el ejercicio anterior, 41.864 viviendas se transmitieron a través de 21.527 compraventas, 393 donaciones, 67 permutas, 9.981 herencias y 9.896 operaciones de otra clase. Mientras, las 21.527 viviendas que se compraron fueron libre (20.785) y usada (16.880). 

Iglesias: "Si hay un especulador, sería el Gobierno"

Benito Iglesias señaló que si existiese un gran especulador de la vivienda en España “sería el propio Gobierno” con la aprobación de la nueva Ley de Vivienda. “Quien reduce la oferta y limita el acceso a suelo, y a la vez incrementa la carga impositiva de la vivienda y la inseguridad jurídica, es la nueva normativa contemplada en la nueva normativa”, añade. Además, señala que topar el precio de los alquileres en las zonas tensionadas, con los baremos del Estado, únicamente derivarán las viviendas que formaban parte de la bolsa en el circuito de comercialización en arrendamiento hacia otros usos. Como el alquiler vacacional, el alquiler de habitaciones  o hacia el mercado de compraventa .

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