El ocio nocturno rechaza el plan de la Xunta y pide pruebas PCR

Muchos locales de ocio nocturno están cerrados desde la llegada del covid.
photo_camera Muchos locales de ocio nocturno están cerrados desde la llegada del covid.

Con la ampliación de los horarios de la hostelería, el sector recuperará poco a poco la normalidad con una gran excepción, el ocio nocturno. A pesar de todo, la reapertura parece cada vez más próxima con el objetivo marcado por la Xunta de que estos locales puedan retomar la actividad este verano.

En estos momentos el se sector negocia con el Gobierno gallego las condiciones con las que realizar las pruebas piloto en dos discotecas y cuatro pubs que permitirían más adelante volver a levantar la persiana de forma definitiva. A pesar de todo, desde el sector se muestra crítica con los requisitos planteados por la Xunta para la realización de esta reapertura.

“Con  condiciones como ella foro reducido al 30% en el interior, distancia social, sin pistas de baile y horarios reducidos no creo que podamos abrir”, asegura Carlos Ródríguez, presidente de la Asociación Provincial de Establecimientos Musicales y Espectáculos Reglados (Apemer), por lo que el sector prepara ya una nueva propuesta que entregará a la Xunta esta misma semana.

En sus planes se encuentra pedir que las personas que deseen acudir al ocio nocturno puedan realizar una prueba PCR previamente para que, de obtener un resultado negativo, puedan entrar en los locales. De esta manera, aseguran que se podría garantizar la seguridad manteniendo restricciones más relajadas y un horario diferente al del resto de la hostelería.

“Creemos que o se plantea una desescalada así o la reapertura no llegará hasta que el 70% de la población esté vacunada, no vamos a sacar a la gente de ERTE como el verano pasado para que nos cierren al poco tiempo”, asegura Rodríguez, que destaca que estos locales son parte de la solución al garantizar que se cumpliría la normativa “en lugar de dar cancha a botellones y fiestas incontroladas”.

El plan de la Xunta es que la reapertura sea gradual, adaptada a la situación de cada localidad y "reversible" si así lo marcan los indicadores epidemiológicos. Además, a los locales se les exigirán "condiciones específicas" en cuanto a su ocupación, con lo que los aforos estarán reducidos y será obligatoria la mascarilla, así como guardar la distancia de seguridad. También deberán tener medidores de CO2 para garantizar la correcta ventilación. 

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