La A-55 entre Vigo y Porriño vivió ayer una nueva jornada de colapso, con retenciones kilométricas y cortes de casi una hora a consecuencia del rosario de accidentes registrado desde primera hora.
A las 7,30 de la mañana comenzaban los problemas, con una salida de vía en el kilómetro 7 en sentido Vigo. El vehículo acabó colisionando contra el quitamiedos y causó las primeras retenciones, según informaron desde el Servicio de Emergencias y Protección Civil de Mos, que tuvieron que intervenir en la A-55 durante toda la mañana.
Hasta las 12,00 de la mañana, se registraron otros cuatro choques en cadena, los primeros a consecuencia de la circulación lenta por el primer siniestro, en el kilómetro ocho y otro más en el 9, con diferencia de apenas media hora, sin que por fortuna se registraran heridos de gravedad.
El más grave tenía lugar sobre las 12,00 del mediodía en el kilómetro 7,500 en dirección Porriño, a la altura de Puxeiros, por un choque entre una furgoneta de reparto y un camión. El impacto hizo volcar a la furgoneta, que quedó volcada en medio de la vía, y afectó al depósito del trailer, derivando en el derrame de gasoil en la calzada. Durante casi una hora, efectivos de Mos, bomberos de Vigo y Baixo Miño trabajaron para retirar el vertido, mientras una grúa se hacía cargo de los vehículos. Uno de los dos conductores resultó herido de diversa consideración siendo trasladado al hospital.
