Redondela vivió una jornada de fiesta en la que aumentó la presencia de familias atraídas por la oferta para los más pequeños
El color y la alegría reinaron ayer en las calles de Redondela en la primera edición de un Entroido de Verán renovado y que pretendía minimizar el efecto "botellón". La apuesta por actividades de tipo familiar logró atraer a familias enteras que encontraron en la localidad un lugar de diversión y esparcimiento con propuestas diferentes y variadas. Para la alcaldesa, Digna Rivas, esta edición "fue la que contó con más público de este tipo. Se puede decir que ha tenido una gran acogida".
Las actividades comenzaron a partir del mediodía con actividades para los más pequeños, verdaderos protagonistas de la primera parte de la jornada. El día soleado restó un poco de asistencia a primera hora de la tarde, ya que muchos prefirieron aprovechar uno de los pocos días de playa de un verano poco pródigo en jornadas soleadas. De todas formas, según fue avanzando el reloj, los disfraces y la fiesta comenzaron a invadir las calles de la villa de los viaductos.
Los espacios dedicados a los espectáculos de carácter familiar "recibieron mayor afluencia de público y se puede decir que contaron con muchos seguidores", explicó la alcaldesa, que resaltó el lleno absoluto del concierto de Uxía Lambona en A Xunqueira. También hizo hincapié en que la fiesta discurrió, hasta la hora de cierre de este periódico, sin ningún incidente "y con una gran afluencia de gente". Uno de los puntos más concurridos fue la Alameda, donde desde primeras horas de la tarde se concentraron numerosos jóvenes, la mayoría de ellos disfrazados. Dos de los puntos "calientes" de este Entroido de Verán fueron los escenarios de la Casa da Torre y de la Ribera, donde se desarrollaron las principales actuaciones del programa y que en todo momento contaron con numeros público que abarrotó los lugares disponibles. A media noche los actos programados por el Ayuntamiento finalizaron, continuando la fiesta y la diversión en los diferentes locales y por las calles de la villa.
Las actividades comenzaron a partir del mediodía con actividades para los más pequeños, verdaderos protagonistas de la primera parte de la jornada. El día soleado restó un poco de asistencia a primera hora de la tarde, ya que muchos prefirieron aprovechar uno de los pocos días de playa de un verano poco pródigo en jornadas soleadas. De todas formas, según fue avanzando el reloj, los disfraces y la fiesta comenzaron a invadir las calles de la villa de los viaductos.
Los espacios dedicados a los espectáculos de carácter familiar "recibieron mayor afluencia de público y se puede decir que contaron con muchos seguidores", explicó la alcaldesa, que resaltó el lleno absoluto del concierto de Uxía Lambona en A Xunqueira. También hizo hincapié en que la fiesta discurrió, hasta la hora de cierre de este periódico, sin ningún incidente "y con una gran afluencia de gente". Uno de los puntos más concurridos fue la Alameda, donde desde primeras horas de la tarde se concentraron numerosos jóvenes, la mayoría de ellos disfrazados. Dos de los puntos "calientes" de este Entroido de Verán fueron los escenarios de la Casa da Torre y de la Ribera, donde se desarrollaron las principales actuaciones del programa y que en todo momento contaron con numeros público que abarrotó los lugares disponibles. A media noche los actos programados por el Ayuntamiento finalizaron, continuando la fiesta y la diversión en los diferentes locales y por las calles de la villa.
