El aumento de contagios y la aparición de rebrotres por prácticamente toda la geografía española provocó que el Gobierno británico determinase que todos los viajeros procedentes desde España deban llevar a cabo un aislamiento domiciliario de dos semanas a su llegada a las islas. La diáspora viguesa en tierras de la reina Isabel II, opina sobre esta nueva medida –establecida ya en muchos otros países– que llega en pleno verano, truncando para algunos sus ilusiones de regresar a casa después de un año convulso lejos de sus seres queridos.
Amanda Fernández lleva seis años en Londres trabajando como enfermera. Natural de Cangas, Amanda señala que el personal sanitario es una de las excepciones en esta medida: no están obligados a realizar esta cuarentena obligatoria a no ser que el protocolo del hospital en el que trabajan diga lo contrario. “Mi hospital ha decidido sacar una política interna por la que estamos obligados a hacer cuarentena si viajamos con procedencia de España, Portugal o un país del listado, aunque no nos los exija el Gobierno. Esto hace que me considere el hecho de ir de vacaciones, perdiendo parte de mi sueldo porque esa cuarentena no está pagada”, lamenta esta enfermera canguesa. Para Amanda, la vuelta a casa “no son sólo vacaciones es salud mental”, admite, ya que trabaja en uno de los hospitales de Londres donde sufrieron los efectos del Covid-19. “España vuelve a estar en la lista de países en cuarentena por el repunte, pero cabe destacar que aquí la gente no lleva mascarillas, no mantiene distancias de seguridad, los pubs están abiertos... Desde el domingo hay que usar mascarillas en los supermercados y el transporte público, pero no hay nadie que controle eso”, lamenta.
Quien ya sabe que no podrá regresar a Vigo al menos por este año es Lorena González, residente en Guildford, capital del condado de Surrey. “Llevo ocho meses sin poder ir a casa y así seguirá siendo siendo por el resto de meses que quedan. Mi empresa no me permite coger 14 días más de vacaciones para poder respetar la cuarentena”, indica. “Viendo la situación, la medida llega tarde como siempre, pero tenían que hacer algo”, añade.
También en Guildford se encuentra Silvia Troncoso, quien se libró por apenas unos días de esta nueva medida. “Hay mucha gente que ahora se ha quedado ‘atrapada”. Volví de Vigo el 23 de julio y me libro de la cuarentena, pero antes perdí un vuelo desde Oporto porque Portugal ya estaba en la lista de países. Con las fronteras abiertas, era muy distinto volar desde Oporto que desde Santiago”, afirma. Pendiente de regresar a su trabajo, Silvia considera que “hay mucha sensación de improvisación en la gestión de Boris Johnson”, aunque entiende que realizar un estudio pormenorizado de la procedencia de cada viajeros desde España sea “un trabajo faraónico si no existe un proceso automatizado”, ya que por el momento sólo es necesario rellenar un formulario de cuestionable fiabilidad.
Candela Hermida estudia en High Wycombe, una ciudad al noroeste de Londres. En septiembre comienza su último curso en la Universidad de Bucks y actualmente se encuentra en Vigo. “Si se mantiene esta situación tendría que replantearme bien las fechas de regreso para iniciar el curso a tiempo”, reconoce Candela. Para esta joven viguesa, la imposición de una cuarentena a todo viajeros llegado de España se realiza por cautela: “Los británicos tardaron mucho en reaccionar y eso les pasó factura. No quieren cometer los mismos errores”.
Para Miriam Román, fotógrafa en Londres, la medida llega “tarde” y también descarta su regreso a Galicia por el momento: “Después del confinamiento de estos meses, más laxo que el de España, no quiero quedarme 14 días sin salir de casa”. Miriam añade que “no veo posible limitar la cuarentena según la zona de España de la que llegue la gente. Básicamente, puedes ir en tren desde Barcelona y coger el vuelo en Santiago”.
Candela Hermida, residente en High Wycombe.
“Hoy por hoy, las nuevas medidas me obligarían a replantearme bien las fechas para regresar y hacer cuarentena antes de volver a clase”
La viguesa Lorena González vive en Guilford, Surrey.
“Mi empresa no me permite cogerme 14 días más de vacaciones para estar en aislamiento, no podré volver a vigo en todo el año”
Silvia Troncoso está en Guildford.
“Cancelé un vuelo desde Oporto porque me obligaban a estar en cuarentena, me libré por muy poco”
Amanda Fernández vive en Londres.
“Los sanitarios somos una excepción en la medida pero en mi hospital nos obligan a aislarnos los 14 días”
Miriam Román reside en Londres.
“Después de estar confinada estos meses, no estoy dispuesta a pasar otros 14 días sin salir”
