Vigo

“Navia es una isla, malo para Navia y para todo Vigo"

La VG-20 separa Coia y Navia con una autovía por la que pasan 20.000 coches al día.
photo_camera La VG-20 separa Coia y Navia con una autovía por la que pasan 20.000 coches al día.
Los vecinos piden algún tipo de conexión con Coia para salir del aislamiento tras descartar el Gobierno soterrar la VG-20
nnn Los vecinos de Navia se sienten viviendo como en una isla: un vasto territorio rodeado por todas partes y con escasos puentes con el resto de la ciudad. Así están las cosas y así seguirán tras confirmar el Gobierno en una respuesta parlamentaria a los diputados del PP que no tiene entre sus previsiones construir un túnel para la VG-20 (el cinturón de Bouzas a la autovía del Miñor). En concreto, el Ministerio de Transportes (antes Fomento) señala de forma precisa que no contempla soterrar la rasante de la VG-20 a su paso Navia, utilizada por 20.000 vehículos al día. Añade, por otro lado, que el mapa de ruidos elaborado por el ministeri contempla las afecciones por el ruido en las márgenes de la Red de Carreteras del Estado que servirá de basa para las actuaciones a desarrollar en el futuro en esta materia. Es decir, que soterramiento no, pero pantallas contra el ruido quizá.
“Navia es como un corte para todo Vigo. El único arreglo es el soterramiento, pero es una medida a largo plazo, sabemos que es muy difícil aunque técnicamente se puede hacer", explicaba ayer Ana María Martínez, presidenta de Novo Vigo, la asociación de vecinos. "Esto es como una isla,  no hay acceso, está Navia por un lado y el resto de Vigo por otro", añadió. Advierten de que con la ampliación prevista del polígono habrá un par de conexiones a la avenida de Europa y un enlace con la Rúa Sampaio, lo que resultaría insuficiente, porque serían 1.600 viviendas más que son otras tantas familias y hay que absorber ese tránsito. "Esperemos que no sea en diez años, que en tres se pueda hacer la nueva fase", indica la presidenta de Novo Vigo, quien reconoce que hasta el momento no han recibido respuesta a sus alegaciones, entre ellas sobre el aparcamiento, volumen de los nuevos edificios, el ruido y la conexión con el entorno. 
Con todo, la clave es cómo resolver el aislamiento de Navia. Recuerda que el planteamiento urbanístico del PAU, que dio lugar al polígono estaba antes que la VG-20, aunque se empezó antes la obra del cinturón que la urbanización. El resultado es "un corte total". "Tenemos los institutos Coia 2 y 4 saturados, están a 700 metros pero hay que cruzar la VG-20, son pasos de cebra difíciles de cruzar, peligrosos. Abajo hay semáforo pero tampoco es fácil", señala.
Ana María Martínez advierte de que en el plan de ruidos del Concello de Vigo se hablaba de un aislamiento acústico en forma de túnel con una pasarela de enlace con Coia, "que ya nos valdría".
 "En Teixugueiras -la calle principal del polígono- ya hay un túnel bajo la VG-20 que quizá se podría abrir al tráfico peatonal. Llevamos años diciendo lo mismo, que estamos en una isla y eso es malo para Navia y malo para todo Vigo", reconoce la presidenta de la asociación vecinal. n

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