Uno de los ejemplos más mediáticos en Vigo es el del abogado Manuel E., recientemente condenado en primera instancia a más de nueve años por tráfico de drogas, que salió del penal por otra condena Licenciado en Derecho.
Fue un ejemplo de reinserción tras haber ocupado su tiempo de condena de seis años estudiando para conseguir una carrera que comenzó a ejercer tras salir de A Lama y colegiarse en 2012. Aunque ahora ha vuelto a tener que sentarse en el banquillo y ha sido sentenciado por la Audiencia, piensa recurrir la condena ya que él negó su vinculación con los hechos. Es más, durante el juicio alegó que era precisamente su labor como abogado lo que le unía a otro de los principales acusados por el mayor alijo de heroína en veinte años.
Si las cosas se torcieran y tuviera que ingresar en prisión, él mismo comentaba que volvería a estudiar.
Pero Manuel E., no es el único vigués que aprovechó su tiempo de condena para formarse.
Diego P., condenado a 20 años de prisión por matar a golpes y asfixiar a la que fue su pareja también comenzó a estudiar en la cárcel. Durante el propio jucio que tenía lugar el año pasado, su abogado dijo que era hasta y después de ese día un chico “encantador, normal y preso modelo”.
Otros condenados por delitos especialmente graves, como el joven que apuñaló y prendió fuego a un amigo en Teis hace más de 10 años, destinaba parte de sus tareas a repartir los libros de lectura a los otros presos.
La formación es una de las opciones que consiguen más demanda entre los internos de la cárcel cada año para tratar de buscar la reinserción y un futuro cuando se finaliza la condena.n
Si las cosas se torcieran y tuviera que ingresar en prisión, él mismo comentaba que volvería a estudiar.
Pero Manuel E., no es el único vigués que aprovechó su tiempo de condena para formarse.
Diego P., condenado a 20 años de prisión por matar a golpes y asfixiar a la que fue su pareja también comenzó a estudiar en la cárcel. Durante el propio jucio que tenía lugar el año pasado, su abogado dijo que era hasta y después de ese día un chico “encantador, normal y preso modelo”.
Otros condenados por delitos especialmente graves, como el joven que apuñaló y prendió fuego a un amigo en Teis hace más de 10 años, destinaba parte de sus tareas a repartir los libros de lectura a los otros presos.
La formación es una de las opciones que consiguen más demanda entre los internos de la cárcel cada año para tratar de buscar la reinserción y un futuro cuando se finaliza la condena.n
