La nacionalidad británica de unos vigueses, primera firma de Carlos III

Juan Valderrábano, Mª José Araujo y sus hijas Sofía e Inés, entre el representante del alcalde y el de Carlos III en la ceremonia de ciudadanía.
photo_camera Juan Valderrábano, Mª José Araujo y sus hijas Sofía e Inés, entre el representante del alcalde y el de Carlos III en la ceremonia de ciudadanía.
Juan Valderrábano, María José Araújo y sus hijas Inés y Sofía solicitaron la ciudadania tras nueve años en el Reino Unido y su ceremonia de entrega fue la primera oficiada en nombre del nuevo rey.

Una ceremonia de ciudadanía ya es emotiva de por sí, pero si además es el primer acto que se oficia en nombre del soberano entrante, el valor es doble. Eso fue lo que le sucedió a una familia viguesa que lleva nueve años residiendo en Reino Unido. “Con el Brexit consumado, empezamos a barajar la posibilidad de adquirir la nacionalidad porque nuestras hijas llevan viviendo aquí más tiempo que en España y no tiene sentido para nosotros después de tantos años aquí el no poder vivir como británicos en nuestra 'propia tierra”, afirma Juan Valderrábano, especialista en IBM Máximo, que fue reclutado por una empresa de Birmingham en 2013. Ahora ya tienen la doble nacionalidad.

El 14 de septiembre, siete días después del fallecimiento de la reina Isabel II se ofició en el Ayuntamiento de Solihull la ceremonia de ciudadanía con la que se hizo efectiva la concesión de la nacionalidad británica a toda la familia. “Para nosotros fue una incertidumbre hasta el último momento porque en todos los papeles ponía Queen, allí nos explicaron que era la primera ceremonia oficiada en nombre del monarca (Carlos III)”. Existe la posibilidad de reservar una ceremonia privada, pagándola, pero la familia viguesa escogió la versión grupal con unos quince participantes, originarios de distintos países, sobre todo asiáticos. Aún así, resultó, en palabras de Valderrábano, “con mucha pomposidad, donde hay un representante del alcalde y otro del rey; cantamos por primera vez en nuestra vida el ‘God save the King’, eso sí que fue raro, pero en cierto modo estábamos haciendo historia”.

Les entregaron el juramento para ser leído, “I, (name), swear bay Almighty God that, on becoming a british citizen, I will be faithful and bear true allegiance to Her Majesty Queen Elizabeth the Second, Her Heirs an Successors according to law” (Juro por Dios todopoderoso, que como ciudadano británico, será fiel y aguardaré lealtad hacia Su Majestad la reina Elizabeth II, a sus herederos y a sucesores con acuerdo a la ley), que tuvo que ser modificado en el mismo momento.

 

“Fue un proceso largo, complicado y un poco costoso”

Conseguir la nacionalidad británica no fue fácil. Con trabajos fijos desde hace años, (él, especialista en IBM y ella, Teaching  Asistent) y las niñas escolarizadas en el país, Valderrábano reconoce que les llevó varios meses. “Fue largo, complicado y un poco costoso, por cada adulto hay que pagar 1.300 libras y por los menores, 1.012; nosotros presentamos la solicitud familiar”. Los adultos tuvieron que examinarse del nivel de lengua inglesa (mínimo un B1), con un coste de 150 libras, así como de historia y de costumbres  (“Living in UK”), otras 50 libras por cabeza. “Lo encontramos bastante interesante para entender mejor como son”. Toda la familia tuvo que rellenar un formulario “interminable” y presentar dos cartas de recomendación cada uno de británicos.

“El entierro de la Reina lo vimos por televisión con las niñas”

Cinco días después de haber recibido la nacionalidad, los Valderrábano Araujo, al igual que sus nuevos compatriotas, eran testigos de una ceremonia histórica: “El entierro de la Reina lo vimos por televisión con las niñas, independientemente de ser británicos, consideramos que es algo que uno tiene que ver”. Como ciudadanos de Reino Unido, su vida cotidiana no variará, pero para ellos resulta una evolución lógica. “La verdad es que sacarte la nacionalidad es el fin de un proceso y forma parte de la integración en una sociedad que nos ha escogido; creo que es algo muy positivo, sobre todo para nuestras hijas”.

Te puede interesar