Tres de los autores de ocho robos en viviendas en Vigo, uno como cómplice, eluden la prisión
Se desplazaron a Vigo, de forma organizada, con el único objetivo de, aplicando sus conocimientos en la técnica de “bumping” (abrir puertas sin forzarlas) asaltar viviendas y robar lo máximo posible en el menor tiempo. Así lo reconocieron ayer dos de los tres acusados ante el juzgado de lo Penal 3 de Vigo. El tercero, Sandra P.P. admitió ser solo cómplice, la encargada de facilitar un domicilio al grupo para perpetrar sus atracos, y así lo entendió también el fiscal que rebajó su petición de pena.
Pese al reconocimiento de los hechos por parte de los acusados, todos ellos de nacionalidad colombiana que actuaron junto a un cuarto, expulsado del país poco después de su arresto en Vigo, lograron beneficiarse de un acuerdo de conformidad por el que podrán eludir la cárcel y en el que el delito de pertenencia a grupo criminal se quedó en una multa de 240 euros. Inicialmente el fiscal solicitaba para Jeni Alexandra G.A. un total de cinco años y medio de prisión por un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada y otro de pertenencia a grupo criminal. El acuerdo rebajó la pena a 1 año y 9 meses de cárcel por el primero que le quedó suspendido durante dos años a condición de pagar (dentro de sus posibilidades) la responsabilidad civil (aún por determinar) y a que no vuelva a delinquir y a la multa mencionada por pertenencia a grupo criminal.
A Julián Alberto R.A., en prisión provisional por estos hechos y que se enfrentaba a 6 años y medio de cárcel por ser reincidente, la condena final fue similar, accediendo el tribunal a que pagara el resto de la pena con su expulsión del territorio nacional por un periodo de 7 años.
Por su parte, Sandra P.P. quedó absuelta del delito de grupo criminal y como cómplice en los robos se le condenó a 9 meses de prisión, que también serán suspendidos con las mismas condiciones que a su compañera.
El fiscal introdujo la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, si bien desde que se produjo la detención (abril de 2016) hasta el juicio pasó poco más de un año.
Vecinos de las calles Bolivia, Gregorio Espino, Simón Bolivar o García Barbón vivieron atemorizados por la oleada de robos en apenas dos días.
