Hace 50 días que no llueve en Vigo, desde finales de junio, todo julio y los primeros 10 días de agosto, una absoluta anormalidad que la agencia gallega de meteorología Meteogalicia explica como una manifestación expresa del cambio climático, que se traduce ahora en veranos que pueden ser largos y cálidos o al contrario, frente a las estaciones más variables.
El resultado es una absoluta falta de precipitaciones que deja en mínimos a los ríos del entorno, como el Lagares, que se encuentra en su nivel más bajo, apenas una débil corriente a la altura del parque de Castrelos en su curso medio. No obstante, no se esperan problemas de abastecimiento con los embalses se encuentran por encima del 80 por ciento gracias a las medidas de restricción que toma Augas de Galicia, gestora del caudal de Eiras y Zamáns. Su política pasa por no mantener un resguardo a partir de abril, dejando las presas al máximo de su capacidad.
En todo caso, un portavoz del departamento de Predicción Climatológica de Meteogalicia explicaba ayer a este diario que no era en absoluto habitual lo que estaba pasando en Vigo y todo el sur de la provincia. Según indicó, se trata de un período excepcionalmente largo sin lluvia, y precisó que pese a ser verano, la normalidad climatológica exige que haya entre cinco o seis días con precipitaciones en julio, lo que no ha ocurrido. "Que no llueva ningún día es algo realmente excepcional", explica. La causa de este fenómeno estaría en una combinación entre las altas presiones y el emplazamiento del anticiclón, pero en último caso, advierte el experto meteorológico de que se trata de consecuencia directa del cambio climático, que ha trastocado el orden conocido en todo el mundo. En concreto, señaló que hay altas presiones en el ámbito de Fisterra "que es la posición perfecta para aislar de los cambios en el clima atlántico, provocando cielos despejados". Desde esa posición el anticiclón trae aire cálido de África y del sur de la península, y deja sol y calor: eso ha pasado en julio y agosto y los últimos días de junio. La siguiente pregunta, es por qué ese anticiclón lleva ahí tanto, sin moverse. La respuesta de Meteogalicia remite a los grandes cambios mundiales. "Es normal que -el anticiclón- esté ahí, pero también que se mueva y así llueve, en cambio estamos viendo que en los últimos años las situaciones en verano se hacen más estacionarias, y esto puede tener que ver con el cambio climático", advierte.
DATOS GLOBALES
En concreto, han constatado los meteorólogos que el Ártico se calienta más que las zonas tropicales y eso hace que las condiciones en las zonas medias se hagan más constantes y estacionarias.
"Si nos toca una dorsal en el Atlántico, tiende a repetirse más que antes, y también pasa a la inversa, que si nos toca la parte mala, llega aire frío, y es lo que pasa", señala el responsable de Meteogalicia, "que ahora el anticiclón no sube el norte, y las situaciones se hacen más estáticas cada vez en todos los sentido, y cuando toca lluvia es fuerte pero cuando el tiempo es seco, también se prolonga más".
A modo de ejemplo de lo que ha ocurrido en Vigo, señalan desde la agencia que a nivel mundial han podido constatar un patrón de bandas durante este verano, con Europa occidental donde predominan el sol y calor y en Siberia también, pero en Europa oriental hay peor tiempo, también en China.
"Es un patrón que no resulta habitual donde hay zonas de buen tiempo prolongado y otras de inestabilidad, como ha pasado en Vigo durante este año", añaden en Meteogalicia.
