VIGO

El mercado de productos falsos se cuela ahora por el aeropuerto vigués

Una de las intervenciones más importantes del pasado año de ropa falsa por 10.000 euros.
photo_camera Una de las intervenciones más importantes del pasado año de ropa falsa por 10.000 euros.
La venta ambulante y el control de aduanas en puerto y Peinador concentran la mayoría de las aprehensiones 

El negocio de las falsificaciones sigue generando pérdidas millonarias para las marcas a pesar de que en Vigo la actividad se ha desplomado en más de un 95 por ciento en los últimos seis años, según los datos del Ministerio de Interior. No obstante, todavía se mantiene aunque por otras vías.

La desaparición del principal foco vigués (el mercado de A Pedra, cerrado desde hace años) explica ese descenso del negocio ilícito que se extiende  al resto de la provincia. 

El último balance oficial sobre las intervenciones realizadas a lo largo de 2019 pone de manifiesto que  las fuerzas de Seguridad siguen muy encima porque lejos de desaparecer las mafias dedicadas a copiar a las grandes marcas siguen activas aunque buscan otras vías para su acceso en la provincia.

Frente al récord de intervenciones en establecimientos o almacenes mayoritariamente de textil que se registraba años atrás, en 2019, la mayor parte de las aprehensiones se realizaron en la venta ambulante por un lado (mercadillos y vehículos por carretera)  y las aduanas de puerto y aeropuerto por otro, donde la unidad Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil hace un control exhaustivo de los equipajes.

De hecho, sólo el pasado  triplicaron los productos falsos que se incautaron  en la aduana de Peinador, con un total de 158, aún una cifra baja pero cada vez más en aumento. En este control ya se había detectado en los últimos años un incremento de intervenciones referentes a plantas o alimentos prohibidos, incluso especies de animales y también tabaco. 

VENTA AMBULANTE

El otro foco de atención, también el de mayor actividad, es la venta ambulante. Los datos hablan por sí solos, con más de un millar de objetos requisados durante el pasado año. 

En el ‘top’ de productos intervenidos sigue estando el textil, aunque las cifras de ropa de requisada están muy lejos de cuando se realizaban los operativos en A Pedra. Según los mismos datos, más de 3.000 de las 4.834 falsificaciones requisadas en Vigo y la provincia durante el pasado año 2019 corresponden a prendas de ropa. 
En segundo lugar está el calzado, con 890, seguido de los complementos  y marroquinería. 

Los golpes a la ropa falsificada se han incrementado en 2019 respecto al año anterior, mientras que en cuanto al calzado, al menos en lo que se refiere a unidades requisadas, ha descendido pasando de 1.322 a 890, siempre según las mismas fuentes oficiales. Aún así, el incremento de actuaciones policiales en este ámbito se ha multiplicado en los últimos ocho años. En 2012, apenas se requisaron 200 unidades falsas en cuanto a calzado se refiere.  
Las mafias dedicadas a la copia han tenido que diversificar sus propuestas y buscar otros nidos de mercado y  de acceso ante la presión tanto por parte de la Guardia Civil como la Policía Nacional. 

Y pese a esta presión, la actividad ilícita sigue en funcionamiento aunque con pérdidas. Al menos durante el año pasado, estos grupos dejaron de embolsarse 143 millones de euros, que es el valor  de los productos  intervenidos a nivel nacional por las fuerzas de seguridad y las unidades de control de fonteras.  

La vida más allá de A Pedra

nnn La 'Operación Cuarzo' llevada a cabo en 2014 en  A Pedra se puso punto y final a este mercado vigués, en el que llegó a fijarse el Gobierno de EEUU incluyéndolo en su lista negra de venta de falsificaciones. Seis años después, la gran mayoría de los comerciantes han pasado página . Algunos explicaban haber iniciado otros negocios totalmente diferentes y lejos del centro (los menos) y otros, debido a su edad y la situación generada por las multas, abandonaron los puestos.En manos de la Asociación de Comerciantes de A Pedra, que tuvo una reciente asamblea hace poco más de quince días, el mercado   sigue cerrado a la espera de un nuevo proyecto. Una vez concluidas las causas judiciales por las falsificaciones, continuaron los litigios en el seno del propio colectivo por  impagos de tasas y cuotas.  Nadie quiere oír hablar del pasado, pero el enclave en el que se encuentra el mercado hace de él una concesión atractiva. Tras el traspaso de la mayoría de los locales, hubo varias ofertas sobre la mesa, entre ellas la de un grupo inmobiliario incluso de feriantes, sin que por el momento haya algo definitivo. El  mercado de A Pedra fue durante muchos años uno de los atractivos de la ciudad, por sus

La 'Operación Cuarzo' llevada a cabo en 2014 en  A Pedra se puso punto y final a este mercado vigués, en el que llegó a fijarse el Gobierno de EEUU incluyéndolo en su lista negra de venta de falsificaciones. 
Seis años después, la gran mayoría de los comerciantes han pasado página . Algunos explicaban haber iniciado otros negocios totalmente diferentes y lejos del centro (los menos) y otros, debido a su edad y la situación generada por las multas, abandonaron los puestos.
En manos de la Asociación de Comerciantes de A Pedra, que tuvo una reciente asamblea hace poco más de quince días, el mercado   sigue cerrado a la espera de un nuevo proyecto. 
Una vez concluidas las causas judiciales por las falsificaciones, continuaron los litigios en el seno del propio colectivo por  impagos de tasas y cuotas.  
Nadie quiere oír hablar del pasado, pero el enclave en el que se encuentra el mercado hace de él una concesión atractiva. 
Tras el traspaso de la mayoría de los locales, hubo varias ofertas sobre la mesa, entre ellas la de un grupo inmobiliario incluso de feriantes, sin que por el momento haya algo definitivo. 
El  mercado de A Pedra fue durante muchos años uno de los atractivos de la ciudad, por sus "singularidad administrativa" e incluso aparecía reseñado en las guías turísticas como un destino obligado en las visitas a Vigo. Curiosamente, otro de los lugares que siempre se destacaban era el restaurante El Castillo por sus vistas a la Ría, y que fue cerrado tras no renovarse la licencia y finalmente desmontado para un supuesto traslado al Reino Unido del que no hubo más noticias. 

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