Las empresas se dividen entre las que han sufrido ciberataques y las que lo sufrirán. Así de rotundo se muestra el analista en ciberinteligencia y funcionario de cuerpos generales del Estado, Fernando Cocho, a la hora de advertir de la necesidad de contar con medidas de seguridad para evitar la acción de los hackers. Cocho, uno de los expertos que imparte formación a agentes de Policía y Guardia Civil, considera que todavía no hay una conciencia real del riesgo que supone este tipo de acciones. “Basta con tomar una serie de precauciones básicas pero en ocasiones no hay conciencia de lo que suponen estas amenazas”, afirma.
Como ejemplo habla de la ya tradicional costumbre navideña del reenvío masivo de memes por whatsapp, “si no sabes de dónde procede y no pasa ningún filtro puede infectar el móvil y con la misma red pasar al ordenador o la smart tv, con lo que tu casa podría ser pirateada”. Pero además, la infección se contagia muy rápido “es como un coronavirus si no nos protegemos y le ponemos freno puede acabar con la muerte digital”.
El analista Fernando Cocho.
El analista asegura que “hay solución, sólo tenemos que pararnos a leer cómo funciona nuestro móvil o nuestro ordenador y simplemente hacer uso de las herramientas, programas para eliminar cookies, los cachés, antivirus, tener precaución con las páginas que visitamos o los programas que nos descargamos. El problema es que resulta incómodo. Seguridad es todo lo contrario a confort, cuanto más incómodo es algo más seguro es”.
A pesar de lo lejano que puede sonar el ciberespacio y las actividades ilícitas que se proyectan desde allí, afirma que “hay profesionales dedicados única y exclusivamente a hackear y hay virus a la carta que compran por internet en función de los propósitos de estos grupos”. Añade que no sólo se trata de actividades delictivas de cara a usurpar la identidad de un banco, por ejemplo, para obtener datos personales con los que operar de forma fraudulenta, o de secuestrar información de empresas para pedir rescates económicos, sino simplemente de obtener datos para después utilizarlos en perfiles de marketing.
“Hay que insistir en la cantidad de información que se ofrece en redes sociales y la falta de precaución y medidas que se adoptan a la hora de permitir el acceso a dicha información personal”, concluye.
