Los operativos específicos contra las robos en viviendas que lleva a cabo la Policía Nacional en Vigo han conseguido reducir un 9,7% este tipo de delitos en el último año. Aún así, las cifras asustan. Según el balance del año, publicado ayer por el Ministerio de Interior, los afectados en 2019 superan los 300. En concreto, se registraron 316 asaltos a domicilios en la ciudad, una cifra que no obstante es menor a la del año anterior, cuando fueron 350 las denuncias presentadas en Comisaría.
El primer trimestre del año se presenta complicado. Tanto Policía Nacional como Guardia Civil han detectado un repunte de robos en el último mes que, por su ‘modus operandi’ se atribuyen a una o varias bandas itinerantes.
El número de afectados podría superar la decena entre Vigo y otros puntos de la comarca como Redondela, Baiona, Nigrán y Gondomar.
En la ciudad, zonas como Canido, Coruxo o San Miguel de Oia se han visto especialmente afectadas por la actuación de los ladrones. En todos los casos, los objetivos se centran en viviendas unifamiliares, situadas en lugares con pocos residentes, en caminos de difícil control para eludir controles de seguridad o posibles testigos.
Ante esta situación, fuentes policiales confirmaron que se ha incrementado la vigilancia con vehículos camuflados y patrullas uniformadas, dentro de los dispositivos especiales contra estos robos que se activaron hace un mes.
Los investigadores sospechan de la presencia en toda la provincia de un grupo organizado y que también estaría actuando en parroquias de Pontevedra.
Tanto la Policía Nacional de Vigo, como la de Pontevedra y la propia Guardia Civil llevan investigación simultáneas que, no obstante, confluyen en distintos puntos sobre los que se comparte información.
Hasta el momento, la mayoría de casos registrados se han producido sin que estuvieran los moradores en la casa, lo que hace creer que existe una estructura organizada donde habría miembros dedicados a las tareas de vigilancia. Ahí precisamente es donde las fuerzas de Seguridad solicitan colaboración a los ciudadanos. Alertan a los vecinos sobre la presencia de personas desconocidas, con actitud extraña o incluso vehículos que puedan levantar sospechas.
Mientras los investigadores se centran en identificar a los autores de los últimos robos, la vigilancia tampoco se desatiende en los comercios y negocios. De hecho, la entrada de ladrones en naves y establecimientos experimentó un incremento pasando de los 219 robos en 2018 a los 345 el año pasado.
Los datos globales tanto en pisos como en locales arrojan un mal resultado con una subida del 16,2%.
Chalés en lugar de pisos de donde se llevan joyas y dinero
nnn Los grupos policiales que investigan los últimos asaltos registrados tanto en Vigo como en el resto de la provincia han detectado algunas coincidencias que llevarían a pensar un mismo grupo de delincuentes. Dichas coincidencias se centran primero en los objetivos, chalés o casas unifamiliares de lujo más que pisos, y después en el botín, únicamente joyas y dinero en efectivo.
El mapa de los robos de este último mes lleva así a zonas residenciales con viviendas de gran tamaño donde los ladrones esperan encontrar lo que están buscando. Una vez acceden al interior, forzando el acceso, el robo puede durar apenas unos minutos, el tiempo justo para un minucioso registro y huir rápido sin dejar rastro.
La pista les lleva además a los municipios costeros, donde se sitúan segundas viviendas, con acceso a carreteras secundarias desde las que trasladarse a su lugar de operaciones.
En San Miguel de Oia, la Asociación de Vecinos había solicitado mayores medidas de protección después de haberse registrado al menos cuatro asaltos en unas dos semanas.
La Policía, al respecto, confirma la puesta en marcha de vigilancias especiales en los lugares donde se han detectado la presencia de los ladrones, con patrullas, extensibles las 24 horas del día.
Por el momento, fuentes oficiales aseguraron que no se han producido detenciones relacionados con este último repunte de robos, si bien la investigación sigue en marcha para poder llegar a los autores.
Vigo sigue recibiendo a bandas itinerantes que se desplazan desde otros puntos del país para actuar durante un tiempo determinado y mudarse.n
