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Madera con sentimientos

El escultor Tino Canicoba, con una de las piezas que componen la exposición “Vinde chorados”.
photo_camera El escultor Tino Canicoba, con una de las piezas que componen la exposición “Vinde chorados”.

El escultor Tino Canicoba expone hasta el día 29  “Vinde chorados” en el centro social de Afundación con 23 figuras talladas con motosierra en madera y policromadas

nnn “Esta exposición no es optimista, el título ya da una idea de por donde va; hay mucha crítica social sobre la soledad, recojo temas que suceden a mi alrededor y me impresionan”. Así, Tino Canicoba define la muestra que estará en la sala del Centro Social de Afundación hasta el 29 de noviembre, con la que vuelve después de dos años sin exponer en Vigo. Tallada con motosierra, deja una superficie tosca, con un tratamiento expresionista que contribuye a dotar de alma cada pieza: La anciana a la salida de misa, el suicida potencial o el preso de Auschwitz.
Junto a las figuras de cuerpo entero de 1,60 metros, muestra trece bustos abordados a modo de retratos con nomes propios: “Son nombres graciosos para personajes habituales, normales”. Madera de algarrobo, de castaño, roble y tuya son la materia prima básica que se completa en algunos casos con hierro y accesorios: “Trabajo con lo que tengo a mano, no quiero madera de fuera cuando tenemos aquí una gran variedad; lo que me preocupa es que no se deteriore, no se agrieta una vez trabajada, la mejor es la procedente de vigas antiguas, tienen la garantía de que no se van a mover”.
El uso de la motosierra no limita la capacidad expresiva y el detallismo. “En la labor del escultor hay inspiración, pero una gran parte es el oficio, yo ya estoy acostumbrado a tallar así”. Todas las piezas están trabajadas en bulto redondo, eliminado del tronco todo lo que sobra, sin guiarse por la forma de la madera. La pintura o la aplicación de ceras que oscurecen completan el acabado final envejecido y policromado.La figura humana es una temática recurrente en el escultor, que en esta exposición tan solo se da un “divertimento decorativo” con “Mouchiño”, un búho verde que clava en el visitante sus ojos amarillos. Todas las piezas están en venta, con precios que oscilan entre 500 y 3.000 euros. El horario de visitas en Policarpo Sanz, 24 es de 17.30 a 20.30 horas.n

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