AMBIENTE PREVIO AL SORTEO

Las luces de Vigo también venden lotería

Andrés Martínez, de la X de la Suerte en O Porriño, repartió varios premios
photo_camera Andrés Martínez, de la X de la Suerte en O Porriño, repartió varios premios
Los que repartieron premios otros años dan las claves del sorteo de Navidad. Las luces han incrementado las ventas. Ayer, pellizco del primer premio en O Calvario 

 El 22 de diciembre será el sorteo de Lotería Nacional más seguido en España, El Gordo de Navidad. Aunque en Vigo no se recuerda una lluvia de millones, los dos últimos años sí se repartió alguna tajada. Los principales conocedores del sector, los loteros, recuerdan que es un juego y que la suerte puede tocarle a cualquiera, pero las supersticiones guían las compras y los números clásicos ya están agotados. Los más pedidos son los impares, los acabados en 3 y en 5 y en este año, la terminación 19. Pontevedra es la segunda provincia gallega que más juega en Navidad. El año pasado, de los 290.387 billetes consignados (58.077.420 euros) se vendieron 259.253 (51.850.640 euros), lo que supone un gasto de más de 55 euros por habitante, según la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal), basándose en los datos oficiales de Selae.

Juan Fernández, el quiosquero de Porta do Sol, vendió parte de El Gordo: “Siempre influye que haya caído aquí, pero este año el aumento de ventas se debe sobre todo a las luces, el Puente de la Constitución fue un movimiento continuo”.

Fuera del epicentro, los pedidos llegan a administraciones como la número 21, en Cánovas del Castillo, tal y como lo explica su propietaria Irene Otero: “Los visitantes no pasean hasta aquí, pero tengo clientes entre los locales y los hoteles del centro que me piden más y más lotería”. Esta animación también se notó en las administraciones más alejadas. Así, en la 29, en Coia, comenzaron a preguntar a finales de verano . También en la 2, de López Mora, que vendió un tercer premio, se notó un incremento tanto en el juego activo como en el pasivo.

Y es que el furor navideño no entiende de barrios, la número 10, en O Calvario, recibió encargos de fuera de Vigo, atraídos por los faustos locales: “El sábado llega un grupo de Asturias para ver las luces y aprovechan para recoger personalmente su reserva”, advierte Raquel Vázquez.
Los destellos de las luces alcanzan Porriño, donde a fama de afortunados que ya acompaña a la X de la Suerte, se suma  la cercanía con la ciudad: “Paran muchas excursiones que van a ver las luces”, reconoce Andrés Martínez. Recuerda que “este es el único sorteo en que todas los números van al bombo, las 100.000 bolas, por lo que todo puede pasar”.

Juan Fernández Del kiosco de Porta do Sol

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“El 22 volverán a venir los medios de comunicación”

El único pellizco que dejó El Gordo en Vigo fue un décimo en el kiosco de Porta do Sol. Su propietario, Juan Fernández, está convencido que la suerte le sonreirá dos veces seguidas: “El día 22 volverán a venir los medios de comunicación porque seguro que algo va a caer”. La fortuna del año pasado, sumada al poder mediático de la Navidad viguesa, hizo que lo llamasen de fuera solo para reservarle lotería por si vuelve a tocar. La única fórmula que tiene son dos brujas que cuelgan de la pared; a una de ellas, la mayor, le tiene especial cariño: “Me la regalaron hace dos años cuando tocó el quinto”.

Eva Díaz-Tovar De  la Administración número 29

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“No tengo web, me gusta ver la cara al comprador”

Casi cuando ya no lo esperaban, un quinto premio llegó a la administración 29, en el Alcampo de Coia, eso les ha incrementado las ventas que despachan cen el local. “No tengo web porque me gusta ver la cara del comprador que le doy la lotería”, afirma Eva Díaz-Tovar. Reconoce que en la administración no son muy supersticiosas, aunque tienen el despacho lleno de pequeñas figuritas en forma de brujas, san Pancracios o elefantes. “Hay muchas gente que solo quiere llevar un número determinado o que se deja guiar por un sueño; salvo el 19, este año no se vende ninguna terminación especial”.

Irene Otero De la Administración  número 21

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“Nuestro talismán es Pancha, mi perra”

Al año siguiente de  instalarse en Cánovas del Castillo, Irene Otero dio un cuarto premio de la lotería en la Administración número 21. Pasaron dos navidades y cree que ya le toca otra vez: “Nuestro talismán es mi perra Pancha, la recogí el mismo año que Loterías presentó la publicidad del perro Pancho y se llama igual”. Entre las peticiones de sus clientes no nota ninguna novedad destacable con respecto a los otros años. “Los hay que juegan número fijos, los que piden las terminaciones clásicas y los que se dejan aconsejar, incluso a veces llega algún número rarito que nadie quiere porque no gusta”.

Pablo Arias De la Administración número 2

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“El premio nos hizo vender un 5 por ciento más”

En la administración número 2 de López Mora, 85, vendieron el año pasado un décimo del tercer premio, algo que les benefició este año: “Nos hizo vender un 5 por ciento más, se notó tanto en los juegos activos como en los pasivos”,a segura Pablo Arias. El lotero considera que la suerte está echada” y que las supersticiones no dejan de ser eso, supersticiones, motivo por el que se agotan primero los números como el 13, el 17 y el 15 o los impares antes que los pares. Sin embargo, en su local hay un San Pancracio para que guíe la suerte hasta su puerta. 

Raquel Vázquez De la Administración número 10

Raquel Vázquez De la Administración número 10

“Vestimos a Papá Noel de oro para que traiga suerte”

La lotera Raquel Vázquez, de la administración número 10, Sagitario, en O Calvario, cree que este año puede sonreírle la suerte: “Llevamos repartiendo de forma consecutiva pequeños premios, por lo que El Gordo sería una buena forma de despedir el ejercicio y cerrarlo a lo grande”. Esta Navidad nota más demanda que otros años y para favorecer la llegada del buen fario, reforzaron el talismán del local: “Los clientes le pasan los décimos a nuestro Papá Noel, así que esta vez lo vestimos de oro para que atraiga  a  la suerte y tengamos un fin de año de color dorado”.

Andrés Martínez De la X de la Suerte en O Porriño

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“Unos vascos desplazaron el bus por nuestra lotería”

Ändrés Martínez, junto a su hijo Benjamín,regenta uno de las administraciones más afortunadas de la comarca. El año pasado vendió El Gordo y un quinto. “Además de los clásicos, 15, 17 y 69, en esta ocasión el 23 está siendo un superventas, no sabemos muy bien cuál es la razón, pero lo piden mucho”. Su fama atrae a compradores de todas partes, incluso a peregrinos a Santiago: “Una excursión de vascos que regresaba de Santiago hizo que el autobús se desplazase para comprarnos lotería, se  lo pidieron al conductor; fueron cuarenta personas, muchos compraron la terminación 08”.

La fortuna dejó 60.000 euros en O Calvario una semana antes

Alejandro Fernández.

Con el sorteo de El Gordo en mente, la suerte volvió a sorprender y eligió el barrio de O Calvario para dejar un décimo del primer premio de la Lotería Nacional de ayer, una semana y un día antes de la gran cita. 
Quedaba menos de una hora para que Alejandro Fernández echase el cierre a Mi bar, un kiosco en la zona peatonal de O Calvario, cuando se enteró de que había repartido parte del primer premio de la Lotería Nacional. Fue un décimo el número 93.094, dotado con 60.000 euros. Así se puede leer en una pantalla, tras la reja del local. Mi bar ya vendió un quinto premio de El Gordo en el sorteo de 2016.
Sin embargo, la noticia pasó desapercibida en el barrio, que pese al mal tiempo, había una gran afluencia de viandantes, atraídos por el mercadillo de Navidad. Con la mayoría de los establecimientos cerrados por el descanso de fin de semana, los que sí abrieron se sorprendieron con la noticia. Leandro, de la cafetería S.XXI, lindante al kiosco, aseguró haberse enterado por el cartel en el escaparate: “Nosotros tenemos una peña y jugamos a allí, a todo menos a la Lotería Nacional”.
Justo enfrente, Esther, al frente de la frutería, lamenta non haber sido la beneficiada: “Yo sello allí la Primitiva y la Bonoloto”. En la misma situación se encontraba Ana, al frente de la tienda de bolsos de la esquina: “Me extraña que no me haya llamado mi madre para preguntarme, sabe que juego en ese kiosco”. La celebración fue discreta ya que ni siquiera se enteró Mónica, de la tienda de alimentación vecina al kiosco: “Trabajé por la mañana y no escuché nada”.

“Me gusta que acabe en 5 o en 3, pero cojo lo que me toque”

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 José Ventura siempre juega a El Gordo, aunque no tiene un número fijo, si tiene preferencias: “Me gusta que acabe en 5 o en 3, pero cojo lo que me toque”. Compra solo en estas fechas, aunque a veces juega al Euromillón, donde le tocaron 90 euros.

“Juego tres décimos con dos amigas, una en Lugo, otra en Ourense y yo aquí”

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 Natalia Araujo comparte desde hace años la suerte a distancia: “Juego tres décimos con dos amigas; una compra en Lugo, otra en Ourense y lo compró aquí, en Vigo; cada una en su ciudad, así hay más posibilidades de que toque”.

“Me gusta la terminación en cero, pero no tengo número habitual”

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 Rocío Estévez juega siempre en la Lotería de Navidad, aunque solo le tocó el reintegro. “Si me tocase pagaría la hipoteca y me daría algún capricho; me gusta la terminación en cero, pero no tengo ningún número habitual”.

“Solo compramos un décimo para nosotros, el que nos gustó”

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 Enrique y Carmen aprovecharon su paso cerca de la Administración para jugar al sorteo de El Gordo. “Solo compramos un décimo para nosotros, el que nos gustó, concretamente a él, no tenemos ningún número especial”.

“No tengo manías, ni números especiales, solo quiero el que toque”

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Manuel Fernández lo tiene claro: “No tengo manías, ni números especiales, solo quiero el que vaya a tocar”. Con esta idea compró un décimo en una Administración que no es la suya habitual. En total no gastará más de 80 euros.

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