El mal tiempo restó en la tarde de ayer, domingo, afluencia de personas al centro de la ciudad, que fue bastante menor que en la jornada del sábado. Aún así, fueron muchos los que se acercaron para visitar comercios —fue el primer domingo de diciembre en que las tiendas pudieron abrir— y disfrutar de la iluminación navideña. Algunos prefirieron acudir de mañana, cuando apenas llovía, para comprar o para pasear con mayor comodidad, aunque numerosos establecimientos optaron por permanecer cerrados. Esto dio pie a una imagen inédita desde hacía un mes en la ciudad por culpa de la pandemia: terrazas llenas en una mañana de domingo.
El paseo y la posibilidad de hacer las primeras compras navideñas fue la excusa perfecta para que muchas familias se reencontrasen. Fue el caso de las hermanas Yolanda y Begoña Rey, quienes ayer coincidieron por primera vez desde la puesta en marcha de la últimas restricciones.
También se pudo ver gente de fuera de Vigo. Los madrileños Victorino Sacedo y María Jesús del Olmo obtuvieron hace 15 días un permiso para venir a la ciudad y poder atender a su nieto, de corta edad. Si bien, por las actuales circunstancias, el ambiente es muy diferente al que conocieron en las pasadas Navidades, sí insistieron en que Vigo es “una ciudad muy limpia, con un gran ambiente, una mejor gastronomía y con la temperatura ideal, aunque llueva”.
Este puente de la Constitución es crucial para los sectores del comercio y la hostelería, los más afectados por la crisis generada por la Covid-19. Los comerciantes confían en un buen inicio de la campaña de Navidad —que suele representar el 25% de la facturación del año— que palíe las pérdidas registradas este 2020, aunque temen que los cierres perimetrales les reste clientes.
La opinión de los transeúntes
Victorino y María Jesús.
“Salimos a dar una vuelta. la ciudad está muy limpia y da gusto pasear por ella”
Yolanda y Begoña Rey.
“Vacía tiempo que no nos veíamos y aprovechamos para ir de compras”
Joaquín y Raquel.
“Vamos a ver a nuestra hija y antes damos una vuelta, se está mejor que por la tarde”
Cristina y sus hijos Anabel y Yago.
“Es la primera vez que salimos todos juntos para ir de compras desde la pandemia”
Vigilantes para que se cumplan las medidas Covid
El cumplimiento de las medidas de seguridad Covid está siendo supervisado ya por una brigada de unos 30 vigilantes contratados por el Concello. Son los encargados de regular los flujos de peatones por unas 60 calles del centro, desde el Casco Vello a García Barbón, y de asegurar el uso de la mascarilla y de que se respeten las distancias. También se han instalado cámaras que miden los aforos en estas vías. n
