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La llegada de la vacaloura ‘bautiza’ el bosque de Teis

Voluntarios participaron en la recuperación de especies y retirada de invasoras
photo_camera Voluntarios participaron en la recuperación de especies y retirada de invasoras
El proyecto de recuperación del monte de A Madroa, iniciado hace 20 años, muestra su éxito con la aparición de especies
nnn Reconocidos internacionalmente por la ONU y en colaboración con Greenpeace, los voluntarios de la Comunidad de Montes de Teis que trabajan desde hace veinte años en la recuperación del bosque autóctono en A Madroa han conseguido sus primeros frutos. Hace sólo unos días, lograban fotografiar una vacaloura  o ciervo volante en el mismo lugar donde años atrás sólo había acacia negra, una especie invasora. “Estos insectos necesitan masa de carballo antiguo para depositar sus larvas”, explica el presidente de la Comunidad de Montes de Teis, Eduardo García, quien mostró su satisfacción por el gran avance del proyecto. 
 El ciervo volante, el escarabajo de mayor tamaño de Europa y  especie protegida,   está considerada como un indicador de la salud de un bosque, por lo que su presencia es la prueba de que el trabajo de recuperación realizado en A Madroa es un éxito,  con un bosque que se ha convertido en uno de los más singulares de Galicia y España. La visita de la vacaloura fue celebrado también por Greenpeace en redes sociales.
Otra de las especies  que también se han podido ver en este monte, concretamente en el regato es la píntega rabilonga, un anfibio de la familia de las salamandras, muy común en las fragas y que es endémico del noroeste de la península. Hasta el momento, se han conseguido recuperar 35 hectáreas, para lo que se ha requerido una inversión de 1.100.000 euros, la mayor parte procedente de la expropiación de terrenos para la autopista de Rande, pero todavía quedan otras 30 hectáreas más.
Eduardo García asegura que “al principio parecía una locura pero seguimos adelante con el apoyo de   Greenpeace y ahora hemos conseguido hacer realidad una parte, lo que demuestra que no era un sueño imposible sino realizable, la naturaleza es muy generosa y te devuelve con creces lo que le das. Si solucionáramos el conflicto con  el Concello por los terrenos por la vía de la expropiación obtendríamos un gran impulso para continuar hacia adelante porque todavía nos queda mucho por hacer para completar este proyecto.
 En 1998, cuando A Madroa volvió a ser monte vecinal, Greenpeace y la comunidad de Montes firmaron un acuerdo para poner en marcha “Echando raíces”. Tras eliminarse la masa de piñeiro y  acacia negra, se llevó a cabo la plantación de especies propias del bosque atlántico, castiñeiro, carballo, acivro, érbedo, estripeiro, Loureiro, nogueira y pereira brava. 
“Todas las especies aportan un equilibrio y aumentan la biodiversidad”, explica García, quien señala que con ese objetivo ahora se están mixturando los  castiñeiros o sobreiras con frutales. El presidente de los comuneros de Teis  lamenta que “hemos tenido reconocimiento internacional pero no en nuestra propia tierra, ni por parte de la administración a nivel autonómico, ni provincial, ni local”.
 La buena salud en la que se encuentra este bosque es también un antídoto contra los incendios, que en 2017 arrasaron el pulmón verde de Vigo y su comarca.  “El fuego estuvo entonces muy cerca, pero por fortuna no llegó a afectarnos.  La gran cantidad de frondosas que hay aportan gran humedad y eso es un freno frente a los incendios”, señala el presidente de los comuneros de Teis quien añade que además el monte "está muy cuidado”.n

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