El Juzgado de Instrucción 5 en funciones de guardia decretó ayer la puesta en libertad como investigado, por un presunto delito de robo, del considerado líder okupa de Tomás Alonso. El individuo había sido arrestado el día anterior por la tarde a las puertas del inmueble en espera de derribo de la finca de la antigua panadería Lavandeira, tras el aviso de varios robos en la zona de Torrecedeira.
Fuentes policiales confirmaron que este individuo tiene múltiples arrestos a sus espaldas, de hecho, testigos del episodio protagonizado el martes relataban cómo los agentes aseguraban conocerlo de otras actuaciones. Es uno de esos “viejos conocidos” que traen de cabeza a las fuerzas de Seguridad, y que, en este caso, además, está considerado como “violento y agresivo” (acabó dándose cabezazos contra una pared). Entre sus pertenencias se encontraron varios efectos sustraídos, como monedas antiguas que podrían proceder de un robo en Barrio do Cura.
La noticia de su puesta en libertad cayó como un jarro de agua fría entre los vecinos del entorno. Algunos explicaban ayer a este diario que es él el que provoca los conflictos en la zona okupada, donde acuden otras personas que “no dan problemas” y que genera temor entre quienes residen en el entorno, que ha sido objeto de al menos dos incendios.
Este es uno de los individuos con un rosario de detenciones a sus espaldas pero no el único. Precisamente ayer, la Comisaría informaba del arresto la semana pasada de un hombre al que se le atribuyen varios robos con fuerza en interior de vehículo y en locales comerciales, además de apropiarse de un patinete valorado en 1.000 euros. Por estos hechos también quedó en libertad, ya que el martes mismo, con posterioridad al relato sobre el que se informaba ayer, volvía a ser detenido. Según la Policía, el mencionado actúa por la noche y en solitario, rompe los cristales, fuerza las cerraduras, puertas o ventanas, tanto en vehículos como en establecimientos comerciales, casetas de obras o edificios en construcción, sin que hasta el momento el juzgado haya decidido interrumpir su escalada de delincuencia, seguramente a la escasa entidad de los efectos sustraídos y a que cada hecho se valora de forma individual.
En el último año se detectó en Vigo un repunte de la delincuencia habitual, como constatan las estadísticas del Ministerio de Interior, destacando la protagonizada por reincidentes con múltiples arrestos policiales a sus espaldas.