La competencia que los puertos gallegos reciben de Leixoes, la terminal marítima de Oporto, es cada vez más feroz aunque los datos de 2019 han dado un ligero respiro en una mercancía clave para Vigo como es el pescado congelado. El puerto luso retrocedió en esta ocasión y por vez primera perdió un 10 por ciento de dicha carga contenorizada, pasando de 227.840 a 205.404 toneladas. Vigo, en el mismo período, también bajó, un 9,48 por ciento, de 622.312 a 563.309 toneladas, pero se podría deducir que en esta ocasión no ha sido por la competencia del puerto de la desembocadura del Duero sino otros motivos ya señalado por la Autoridad Portuaria viguesa, como la caída de las capturas y malas campañas en los mares australes. Con todo, desde la APV y el sector del congelado se mantiene que alrededor de 60.000 toneladas destinadas a fábricas viguesa y de su área siguen desembarcando en Leixoes por la seguridad de los operadores en que no habrá problemas ni paralizaciones en su Puesto de Inspección Fronteriza, frente a los incidentes ocurridos en el PIF de Guixar en el pasado, con el desvío de partidas de miles de toneladas al no permitirse la entrada por el puerto vigués
Así que la buena noticia es que no ha habido más movimientos de Vigo a Leixoes, pero tampoco recuperación de los tráficos perdidos. El puerto vigués se mantiene como referente de la eurorregión para esta mercancía. En 2019, la pesca congelada importada para congeladores y procesado fue la segunda mercancía en toneladas, sólo por detrás de la automoción, que ha recuperado su posición líder en Vigo.
Todo ello en cuanto a una de las mercancías, porque en datos globales, la Autoridad Portuaria de Leixoes, Douro y Viana (su nombre completo, fruto de la unificación de tres puertos) arrasa y no sólo en la comparación con Vigo: mientras Vigo sumó 4,38 millones de toneladas y un avance del 0,5 sobre 2018, el puerto luso alcanzó otro récord, con 19,5 millones de toneladas y un avance de 2 por ciento durante el último ejercicio. Ningún puerto gallego alcanza estas cifras, ni siquiera los graneleros del Norte, que anotan estadísticas muy superiores en volumen: A Coruña se quedó en 13,6 millones con un descenso en picado del 13 por ciento, el mayor de la red estatal en Galicia.
La mayoría del tráfico que maneja anualmente Leixoes es también de graneles, tanto sólidos como líquidos, sumando 10,2 millones de toneladas. Pero la carga general también alcanza cifras más importantes que Vigo con un total de 9,1 millones de toneladas. Vigo, que supone el 50 por ciento de Galicia en mercancía embarcada, aporta 3,81 millones.
En carga en contenedores la diferencia es todavía mayor: Leixoes alcanzó 6,8 millones de toneladas, con un ligero incremento sobre 2018, en tanto que Vigo sumó 2,65 millones, menos de la mitad. La base de contenedores, con dos superficies, está en manos de la empresa turca Yilport, que también gestiona el puerto de Lisboa y el muelle exterior de Ferrol, dentro de su plan de expansión por toda la península.
También se rompe la subida en pasajeros
Otro dato negativo para Leixoes ha sido el tráfico de cruceristas durante el pasado año: después de diez ejercicios subiendo, 2019 ha sido de caída y notable. En 2018 la terminal de Oporto había llegado a 117.096 pasajeros, acercándose cada vez más a Vigo. Pero en 2019 han sido muchos menos, 88.696, un descenso en torno al 30 por ciento, mayor incluso que el registrado en la estación marítima viguesa, que en 2019 anotó 141.637 viajeros y un descenso del 10,6%.
Para este año 2020, la Autoridad Portuaria de Douro y Leixoes había anunciado en verano hasta 250.000 cruceristas, con un incremento espectacular que le iba a dar el liderazgo de la eurorregión. Pero las cifras resultaron demasiado optimistas y las expectativas ahora estarían en torno a 150.000 usuarios, con un tope de 180.000. Vigo aspira a subir en unos 30.000 o incluso 40.000 pasajeros, así que ambos puertos estarían en condiciones de disputar el liderato. A Coruña también ha previsto un tráfico similar para el ejercicio en marcha, tras sufrir una caída del 10,26 y quedarse con 160.000 cruceristas, que le dieron el primer puesto, pero por muy poco.
