La temporada alta de bodas civiles en el juzgado comenzó con el mes de julio, que, junto con agosto, son los dos periodos de mayor demanda del año y donde las agendas habitualmente cuelgan el cartel de ‘completo’.
En los primeras semanas de mes ya se han llegado a oficiar hasta diez bodas civiles en un día y el número podía incrementarse. El año pasado el Letrado de la Administración de Justicia y la magistrada llegaron a oficiar 11 en un sólo día y 15 en 2017.
El Registro Civil mantiene los martes y los viernes para las ceremonias y amplía a los miércoles para dar salida a las peticiones.
Desde hace algunos años, el número de bodas civiles supera al de religiosas en Vigo, que eran, antes de 2006 las que mayor incidencia tenían. Pese al incremento de este tipo de enlaces, a los que se suman los celebrados por el Concello, el número de matrimonios sigue estando por debajo de los registros de hace quince o veinte años donde se llegaron a superar el millar con creces, frente a la media de menos de mil de los últimos años.
La irrupción de los notarios para poder casar supone una alternativa nueva para quienes tengan necesidad urgente de oficializar el matrimonio y no encuentren la fecha requerida. Por lo general, apuntan desde los juzgados vigueses, no existen problemas para dar salida a las peticiones , gracias a la ampliación de días cuando es necesario e incluso de horarios.
Los mayores problemas surgieron el año pasado con la huelga de funcionarios que, aunque permitió oficiar las bodas que ya tenían un día señalado, impidió seguir formalizando solicitudes lo que generó cierta acumulación que hizo al Registro Civil a ampliar el horario y a eliminar los límites diarios de bodas establecidos en su momento.
Hoy, martes el juzgado volverá a abrir su sala de bodas a varias parejas que darán el sí quiero tras una ceremonia gratuita y de apenas 15 minutos en la que los contrayentes escuchan sus deberes y obligaciones como pareja.
