El perito forense que determinó que la joven viguesa Déborah Fernández, cuyo cadáver fue hallado en 2002, fue víctima sin género de dudas, de una muerte violenta, declarará en sede judicial el próximo 8 de junio.
Así lo ha decidido finalmente el juzgado de Instrucción 2 de Tui, en una nueva resolución que rectifica su anterior negativa y accede a la petición de la acusación particular, según ha informado la familia de la joven viguesa. Además la jueza también ha dado luz verde a que se realicen nuevas pesquisas por el grupo investigador respecto al examen visual que realizó en su día sobre el teléfono móvil de la víctima y que consta en el diario de gestiones de la Policía. Por último, los letrados de la familia han solicitado una nueva prueba de ADN del único investigado por cuanto la extracción en 2002 no está documentada y la de 2010 no se envió a analizar.
