La Policía Local, junto a los guardias rurales, realiza desde el mes de junio un control de la pesca y el marisqueo ilegal por distintos puntos del litoral vigués
La Policía Local de Vigo intervino un total de 10 kilos de almeja fina y dos de percebes tras sorprender a varios furtivos en la playa de Portiño y la situada en las inmediaciones de los antiguos terrenos de la ETEA, así como en Bouzas, en distintas intervenciones realizadas desde el pasado mes de junio dentro de una campaña de control del furtivismo, en colaboración con las guardias rurales. La vigilancia se ha llevado a cabo en Mende, Ríos, Punta Lago, la Fuente, Toralla, Oceanográfico, Sayanes y Portiño.
El miércoles sobre las 13,16 horas, un vigilante de la Cofradía de Pescadores alertó a los agentes de la presencia de varios furtivos en el arenal de la zona de la ETEA. Tras desplazarse al lugar, los policías intervinieron tres bolsas de almeja fina cuyo peso se situaba en torno a los cinco kilos.
En otro de los controles llevados a cabo en la playa de Portiño, los agentes prestaron apoyo a un guarda rural que llevaba a cabo un control sobre un furtivo. De este modo, los funcionarios interceptaron e identificaron a un hombre de 51 años domiciliado en Nigrán, E.C.R., y le intervinieron una bolsa plástica con dos kilos de percebe en la que también se encontraba una raspeta destinada a su extracción.
Los policías identificaron a un hombre domiciliado en Vigo de 61 años, A.B.R., que recogía gusanos para pescar en la playa de Ríos en el marco de un control de vigilancia establecido en la zona. Así, le informaron de que esta actividad estaba prohibida en ese arenal y le indicaron el lugar en el que podía llevarla a cabo.
Oro vigués de 45 años, F.D.P. fue identificado tras ser requeridos por el guardia rural de la Cofradía de Pescadores, que había observado cómo este varón recogía almejas en la playa de Bouzas. De este modo, descubrieron cinco kilos de almejas en la bolsa que portaba y entregaron el producto al guardia rural, que lo devolvió a su medio natural.
Los agentes de la Unidad Ejecutiva son los que participan en la vigilancia del litoral vigués para evitar el furtivismo que se extiende por distintas playas y que ya ha dado sus primeros frutos en los rastreos por las distintos arenales, algunos como los de Teis, revisados en varias ocasiones.
El miércoles sobre las 13,16 horas, un vigilante de la Cofradía de Pescadores alertó a los agentes de la presencia de varios furtivos en el arenal de la zona de la ETEA. Tras desplazarse al lugar, los policías intervinieron tres bolsas de almeja fina cuyo peso se situaba en torno a los cinco kilos.
En otro de los controles llevados a cabo en la playa de Portiño, los agentes prestaron apoyo a un guarda rural que llevaba a cabo un control sobre un furtivo. De este modo, los funcionarios interceptaron e identificaron a un hombre de 51 años domiciliado en Nigrán, E.C.R., y le intervinieron una bolsa plástica con dos kilos de percebe en la que también se encontraba una raspeta destinada a su extracción.
Los policías identificaron a un hombre domiciliado en Vigo de 61 años, A.B.R., que recogía gusanos para pescar en la playa de Ríos en el marco de un control de vigilancia establecido en la zona. Así, le informaron de que esta actividad estaba prohibida en ese arenal y le indicaron el lugar en el que podía llevarla a cabo.
Oro vigués de 45 años, F.D.P. fue identificado tras ser requeridos por el guardia rural de la Cofradía de Pescadores, que había observado cómo este varón recogía almejas en la playa de Bouzas. De este modo, descubrieron cinco kilos de almejas en la bolsa que portaba y entregaron el producto al guardia rural, que lo devolvió a su medio natural.
Los agentes de la Unidad Ejecutiva son los que participan en la vigilancia del litoral vigués para evitar el furtivismo que se extiende por distintas playas y que ya ha dado sus primeros frutos en los rastreos por las distintos arenales, algunos como los de Teis, revisados en varias ocasiones.
